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La Mesa Sectorial del Arte Contemporáneo de Canarias, un órgano que aglutina a diversos agentes que tienen incidencia en el panorama artístico de las islas, ha remitido una carta a la alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Carolina Darias, en la que se quejan del nivel de gasto público en el impulso al carnaval frente a una política cultural que olvida al sector local.
Este malestar se suma a una iniciativa ciudadana planteada el pasado 14 de marzo en el portal Osoigo por gestores culturales, colectivos y profesionales del área en Las Palmas de Gran Canaria, que plantean la pregunta «¿Por qué el Ayuntamiento destina casi dos millones de euros a conciertos del carnaval mientras el sector cultural local sigue sin apoyo suficiente?».
Esta cuantificación de los dos millones de euros se queda corta en casi un millón de euros, si se tiene en cuenta los contratos negociados sin publicidad que impulsó la Sociedad de Promoción de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria en estos carnavales. En la cifra de 2,91 millones de euros que se ha empleado para pagar los servicios artísticos del carnaval, se incluyen los 943.708 euros que se emplearon para pagar los conciertos de Maluma y Ráfaga; los 773.098 euros que se utilizaron para pagar las actuaciones de La India, Olga Tañón y Gente de Zona; los casi 648.000 euros para la producción artística de diferentes espectáculos musicales; los 205.868 euros para la producción del espectáculo musical de Tito El Bambino; los 113.955 euros del contrato de Wilfrido Vargas;los 55.640 euros del espectáculo de Tony Tun Tun;o los 24.182 euros que se pagó por la contratación y traslado del grupo de Los del Río, entre otros.
En la pregunta de Osoigo, dirigida a la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, se cita el caso de Maluma, cuya contratación se fija en 880.000 euros, «mientras que los agentes culturales locales seguimos enfrentando contratos de escasa cuantía, demoras en los pagos y requisitos burocráticos que dificultan nuestra participación en la vida cultural de la ciudad».
La iniciativa popular, que ha sido ya respaldada por casi doscientas personas (en el momento en que este artículo fue redactado), también se une a la carta remitida por la Mesa Sectorial a la alcaldesa. «Creemos que es fundamental sumar voces y esfuerzos para exigir transparencia, planificación y un modelo de gestión que realmente responda a las necesidades del sector cultural y de la ciudadanía», recoge la propuesta de Osoigo.
A su vez, la Mesa Sectorial del Arte Contemporáneo también muestra su apoyo a la propuesta ciudadana. «Dicha iniciativa refleja la creciente preocupación de la ciudadanía respecto al gasto destinado a la edición del carnaval 2025, evidenciando la necesidad de mayor claridad en la planificación y ejecución de los recursos culturales municipales», especifica.
La carta de la Mesa Sectorial del Arte Contemporáneo de Canarias va en la misma línea. « Nos preocupa que estos contratos sean adjudicados sin la debida fiscalización y sin que exista una política cultural equilibrada que favorezca el desarrollo del sector local. La falta de planificación y apoyo a la producción cultural propia contrasta con la facilidad con la que se ejecutan presupuestos millonarios en eventos puntuales, sin generar un impacto estructural duradero en la ciudad», detalla el escrito.
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Los profesionales del mundo de la cultura advierten de la necesidad de revisar las prioridades en inversión cultural, máxime cuando Las Palmas de Gran Canaria compite con otras ciudades por convertirse en la Capitalidad Europea de la Cultura del año 2031. «Mientras que se destinan cantidades millonarias a la contratación de artistas internacionales y productoras externas, la cultura local carece de los recursos necesarios para desarrollarse», advierten.
El escrito hace un repaso por las debilidades que tiene la ciudad en materia cultural en comparación con los conciertos de carnaval. Así, se hace un repaso por las partidas económicas para algunos de los principales proyectos culturales de la ciudad, como los casi 257.000 euros para el Museo Néstor, que sigue cerrado tras siete años; los 450.000 euros destinados al museo del Castillo de Mata, que no tiene aplicación concreta; o unos 750.000 euros a la oficina de la capitalidad cultural europea sin ninguna concreción.
Y también recorren algunos de los equipamientos culturales a los que la ciudad no les da uso, desde el centro cultural Jesús Arencibia a los edificios Fyffes y el cine Guanarteme, pasando por el Museo Néstor. O aquéllos que «no cuentan con medios suficientes» para convertirse en referentes culturales, como el centro cultural Pepe Dámaso o el museo del Castillo de Mata.
«Mientras que la ciudad cuenta con infraestructuras que podrían fortalecer el tejido cultural y ofrecer oportunidades a creadores y ciudadanos, se priorizan contrataciones millonarias sin un impacto estructural duradero», concluyen.
Por eso, la Mesa Sectorial del Arte Contemporáneo de Canarias reclama una revisión exhaustiva de los contratos del carnaval junto a un compromiso mayor con la producción cultural municipal que garantice «la asignación de recursos suficientes para el desarrollo de proyectos culturales de proximidad, que fomenten el talento local y contribuyan a la identidad cultural de la ciudad».
Junto a ello, demanda una dinamización real de los equipamientos culturales municipales, un sistema de contratación «transparente y justo», así como la reactivación del Consejo Sectorial de Cultura del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.
La Mesa Sectorial del Arte Contemporáneo está conformada por los colectivos ArteMisia Mujeres + Arte, Mujeres en las Artes Visuales, Asociación Islas Canarias de Artistas Visuales, Marca Púrpura, Mujeres Arquitectas Canarias y el Instituto de Arte Contemporáneo. Fue fundada en noviembre de 2024 y representa a más de un millar de artistas, críticos, comisarios, mediadores, investigadores, gestores, galeristas y coleccionistas.
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