Borrar
Vea la portada de CANARIAS7 de este domingo 9 de marzo
Dos menores se entretienen con las pantallas, el primero con el móvil y el segundo con un videojuego. C7

8M | Día Internacional de la Mujer

«La ciberviolencia machista es hoy lo que el maltrato hace 50 años»

La experta en ética digital Ana Lydia Fernández profundiza en este tipo de machismo, que equipara a la violencia psicológica: «Es difícil de demostrar»

Dánae Pérez

Las Palmas de Gran Canaria

Sábado, 8 de marzo 2025, 00:17

Carlos ha cogido el móvil de su novia para revisar sus conversaciones de WhatsApp y su actividad en Instagram. María ha abandonado las redes sociales porque no para de recibir insultos por su físico. Sonia está frustrada porque no se ve bien en ninguna foto y le gustaría subir contenido, pues quiere estar presente en las plataformas sociales, como el resto. La expareja de Mercedes ha difundido una foto íntima suya entre sus colegas, en un chat de videojuegos.

Estas personas son ficticias, pero las situaciones narradas son reales y reflejan las diferentes formas en las que se manifiesta la ciberviolencia machista, que es en la actualidad «lo que la violencia de género hace 50 años en España». La comparativa corresponde a Ana Lydia Fernández Layos, directora de la ONG Opciónate y especialista en este tipo de maltrato y en ética digital.

La realidad es que la sociedad está cada vez más conectada. Un usuario tipo pasa de media 3 horas y 43 minutos al día engullido por la pantalla de su móvil, según datos del portal Comparitech, que ofrece soluciones de ciberseguridad. Este lapso de tiempo aumenta considerablemente en los jóvenes de entre 15 y 16 años, pasando a rondar las seis horas diarias, de acuerdo con un estudio del 'British Medical Journal' y del 'Royal College of Paediatrics and Child Health' publicado el pasado mayo. La recomendación de la Organización Mundial de la Salud es de 120 minutos al día.

Esta situación hace que los escenarios machistas del mundo real (o presencial) se repliquen y vistan trajes nuevos en el digital, y que las mujeres jóvenes estén más expuestas a este tipo de violencia.

Ana Lydia Fernández Layos, directora de Opciónate y especialista en ciberviolencias machistas, desde la sede de la ONG. Cober

La situación es verdaderamente compleja, pues el árbol de la violencia machista digital es robusto y cuenta con infinidad de ramas: «Desde la que se ejerce en el ámbito de la pareja o expareja, hasta la que efectúa cualquier usuario», matiza Fernández. A esto se suma que muchas mujeres no son capaces de identificar este tipo de vivencias como violencia, lo que dificulta la denuncia.

Tanto es así que la especialista equipara la ciberviolencia machista con el maltrato psicológico, ya que ambos son sigilosos y, en ocasiones, muy difíciles de demostrar: «La reacción de muchas mujeres es bloquear a su agresor o borrar los chats donde de se ejerce la violencia para procurar olvidar y pasar página, pero así se eliminan pruebas».

Ya el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital alertó en 2022 de la falta de estadísticas sobre esta cuestión y arrojó algunos datos de 2020, que cifraban en 1.068 las víctimas mujeres por causa de acceso ilegal informáticos, en 5.134 por amenazas y en 1.245 por revelación de secretos. La tendencia, arguyó entonces, es creciente.

Pero eso no es todo. El acceso a internet se produce a edades muy tempranas, lo que supone otro escollo: «Damos estos dispositivos a niños y niñas de 8 años, yo no dejaría a mi hija de esa edad ir sola, de noche, a los carnavales. En internet pasa lo mismo, existen espacios igual de peligrosos», detalla la experta.

«Yo no dejaría a mi hija de 8 años ir sola, de noche, a los carnavales. En internet pasa lo mismo, existen espacios igual de peligrosos»

Las chicas pasan así a estar expuestas de múltiples maneras. Por un lado, corren el riesgo de ser sometidas a una mayor sexualización, pues la mayor parte de contenidos que reciben en el mundo digital tiene que ver con el físico y el «postureo».

Por otro, son bombardeadas con imágenes de «modelos muy feminizadas que las llevan a querer modificar sus cuerpos, lo que está causando problemas de salud mental y trastornos alimenticios», ahonda la directora de Opciónate, quien está convencida de que esos mensajes no son casuales, sino que responden a una estrategia del sistema. «Las empresas perderían mucho dinero de quererse las mujeres tal y como son», apostilla.

Y es que la autoestima de las niñas «está más ligada a la apariencia, mientras que en los chicos al 'hacer'», esto las convierte en agentes «muchísimo más vulnerables, pues uno tiene cierto control de sus talentos, hay un componente de entrenamiento o esfuerzo, en las chicas se da el componente suerte de ser más o menos guapas».

La imagen de las chicas, en definitiva, está en el ojo del huracán en internet en infinidad de formas; destacan entre ellas las burlas e insultos por el físico o la difusión no consentida de imágenes íntimas reales o simuladas con la inteligencia artificial (IA). Esto también responde a un tipo de violencia: la estética.

«Esas edades, de 6 a 12 años, han sido habitualmente de caca, culo, pedo, pis y todos se querían apuntar el tanto con la mayor chorrada respecto a la caca. Ahora es ver quién manda el contenido más sexista o sangriento para hacer la gracia, no son conscientes del daño que pueden hacer con un 'clic'», reflexiona Fernández.

Jóvenes y misóginos

El entorno digital es caldo de cultivo de la conocida manosfera: una corriente que fomenta la masculinidad enfatizada y la hostilidad hacia las mujeres en internet. «Hay un incremento de chicos muy jóvenes que son misóginos» y que «se ven legitimados por la ultraderecha y sus discursos de odio», resume la experta.

Tal es su calado que «muchas mujeres optan por omitir que son feministas en redes o salen de estas, o mejor dicho, las echan», agrega, para defender seguidamente que la postura debe ser la contraria: la mujer debe estar en las plataformas sociales. «Hacen falta muchas Cristinas Fallarás», apunta, aludiendo a la periodista que da voz a víctimas de la violencia machista a través de sus redes.

Fernández celebra algunos avances que se están dando en ciberviolencia machista, como es que el pacto de estado la incluya, y considera que su erradicación pasa por la legislación y por una ardua labor de pedagogía: «Se trata de un problema estructural, que involucra a todos y a todas».

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

canarias7 «La ciberviolencia machista es hoy lo que el maltrato hace 50 años»