Radiografía del éxodo africano tras el pacto migratorio: Europa, una ruta peligrosa

Estas son algunas de las conclusiones a las que han llegado diversos autores multidisciplinares que han redactado el informe 'África 2024' que ha publicado este viernes Fundación Alternativas. A través de los diferentes capítulos que conforman el estudio llevado a cabo, analizan la situación política, económica y social en la que se encuentran las regiones del Sahel y de los efectos que está teniendo el pacto migratorio aprobado el 20 de diciembre de 2023 en los flujos migratorios que solían partir de allí, a través del Mediterráneo o del Atlántico, hacia los países del sur de Europa, sobre todo España, Italia y Grecia.

Finales de diciembre de 2023. Los veintisiete países que conforman la Unión Europea firman un pacto que llevaba gestándose desde hacía, al menos, cuatro años. Es un nuevo acuerdo que busca que los Estados puedan tener un mayor y mejor control de los flujos migratorios que llegan, sobre todo, a los territorios del sur y «aliviar la sobrecarga de los países fronterizos». Sin embargo, hay cierta prisa entre los dirigentes de cada región. Todos ellos necesitan cerrar el asunto lo antes posible. ¿El motivo? Las elecciones europeas están a la vuelta de la esquina, en junio de 2024, y son conscientes de que este tema será uno de los puntos claves para el electorado.

Así describe la Fundación Alternativas el momento en el que se renovó el pacto migratorio y de asilo de la UE. La migración, explican, se ha convertido en «un instrumento para ganar o perder las elecciones». A través del informe, también refleja críticas en relación al contenido del acuerdo, que consideran una «oportunidad pérdida» y «un gran retroceso en materia de derechos humanos». Además, denuncian que propone «un mecanismo de solidaridad 'a la carta'. Esta crítica se fundamenta en que los Estados que rechacen acoger una determinada cuota de migrantes llegados al continente deberán pagar una especie de sanción de aproximadamente 20.000 euros.

Según explican los expertos que han redactado el documento, la aplicación de este acuerdo europeo conllevará, en un futuro próximo, que los países «podrán elegir, en situaciones de crisis, entre reubicar a personas necesitadas de protección o intercambiar sus cuotas por contribuciones que podrán destinarse a reforzar las políticas de externalización o de control fronterizo». También se muestran disconformes por la manera en la que los Estados y las instituciones están actuando en relación a los flujos migratorios llegados de África frente a los ucranianos, por ejemplo. Y es que denuncian que, cuando estalló la guerra contra Rusia, los territorios «demostraron» que «con voluntad política» son capaces de llegar a acuerdos para ayudar a todas esas personas vulnerables, mientras que en el primer caso «los esfuerzos se han concentrado en impedir por todos los medios que lleguen a Europa o favorecer su expulsión de manera inmediata».

«La UE en su afán por frenar la migración procedente de África, solo adoptó medidas que exportan la violencia fuera de sus fronteras y, al mismo tiempo, evitan el maltrato a las poblaciones vulnerables de inmigrantes y solicitantes de asilo», señalan en el informe los expertos.

La pobreza o la falta de oportunidades laborales para los jóvenes son dos de los motivos más conocidos por los que las personas que viven en el Sahel deciden emprender peligrosas rutas. Buscan una mayor estabilidad económica con la que poder ayudar a sustentar a sus familias o, incluso, a sus comunidades. Pero no es la única. El cambio climático, por ejemplo, es otra de las razones por las que muchos migrantes se embarcan en cayucos, a manos de mafias, sin saber a ciencia cierta si podrán llegar a tierra firme o acabarán naufragando como tantos otros. Que las sequías sean cada vez más largas en lugares cuyo principal modo de vida se basa en la agricultura y la ganadería está empujando a que miles de ciudadanos decidan cruzar mares y océanos. «Las tendencias climáticas adversas han provocado una reducción del 34% en la productividad agrícola en todo el Sahel desde 1961», expone el informe. También los grandes fenómenos meteorológicos, como inundaciones, que acaban destruyendo los lugares en los que vivían.

Pero hay más causas que explican el éxodo africano. La inestabilidad política en la que cada vez más países están entrando es otro factor para huir de estos territorios. Mali, Níger, Libia, Senegal, Burkina Faso, el Sáhara, Marruecos... La lista de sociedades que tienen que lidiar cada día con gobiernos que no logran abastecer a todos sus ciudadanos cada vez es más larga, en gran medida por la expansión del yihadismo en estas regiones. Pero no es la única razón. Y es que, según señalan desde Fundación Alternativas, «los estados del Sahel se caracterizan por su incapacidad de dar servicio en todo su territorio», por lo que los habitantes de estas zonas buscan esta falta de apoyo en otros ámbitos, muchas veces en mafias que acaban exponiéndoles a trabajos forzosos o, en el caso de las mujeres, a agresiones sexuales.

En conclusión, «las condiciones de vida en el Sahel han empeorado a gran velocidad en los últimos años, lo que se suma a una situación que ya era previamente muy grave», explica el informe 'África 2024'.

Cada vez son más los migrantes africanos que deciden cruzar las fronteras de su continente para tratar de llegar a Europa. No obstante, la gran mayoría del éxodo es intra-continental. Es decir, son personas que buscan un mayor confort dentro de las propias regiones de África, pues su baja capacidad económica no les permite acceder a otro tipo de rutas o destinos. «La mayor parte de las migraciones suceden dentro del propio continente africano, en torno a un 90%», apuntan en el documento presentado este viernes.

«La migración es un proceso que no se va a detener ya que ha existido durante toda la historia de la humanidad, aunque se refuercen las medidas de entrada a la UE», exponen los expertos. Las mafias son conscientes de ello y, por este motivo, están introduciendo diferentes modos, a cada cual más peligroso, para trasladar a todo el éxodo africano. Y aunque para los que deciden emprender estas travesías parece todo un sueño poder llegar a suelo europeo, lo cierto es que se «exponen a mayores peligros». Además, el aumento de la seguridad en ciertos países del continente africano, como Níger hasta hace poco, a través de la Unión Europea hace que estos grupos organizados busquen nuevas rutas por las que trasladar a los migrantes, lo que supone un incremento «del coste del viaje clandestino». Por este motivo, desde la fundación piden a los 27 que replanteen su estrategia en esta materia, puesto que consideran que llegar a un acuerdo, «en el que se respeten los derechos humanos y de asilo», no solo ayudaría a tener un mejor control de los flujos, sino que permitiría que las personas viajasen a través de recorridos más seguros.

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Demandan que la inversión que están llevando a cabo en países africanos para que controlen estas rutas se transforme en una ayuda que permita «estabilizar» a las regiones del continente. Consideran que esa es la única manera para poder frenar la salida de tantas personas de sus hogares, que se arriesgan a perder la vida por el camino.