No cabe duda de que el excepcional estado de conservación de la momia del Museo Arqueológico Nacional (MAN) se debe en buena parte al resultado del mirlado. Si hubiese que poner un ejemplo de buen proceso de momificación guanche, este es el indicado. El objetivo de conseguir la preservación de su cuerpo para la eternidad se vio cumplido, ahora es responsabilidad del Museo intentar mantenerlo en las mejores condiciones posibles para que generaciones futuras puedan seguir admirando este legado de los guanches, teniendo siempre en cuenta el respeto que merecen los restos mortales de quien en tiempos lejanos fue una persona integrada en aquella sociedad».
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El párrafo precedente puede leerse en la conclusión del estudio titulado 'La momia guanche del Museo Arqueológico Nacional. De las fuentes históricas a la tomografía computarizada'. Ahora esa momia guanche, que en el siglo XVIII fue encontrada en el barranco de Erques, en Tenerife, duerme el sueño de los justos en un almacén del Museo Arqueológico Nacional.
Ese texto fue publicado en 2018 por el MAN y sus autores fueron Teresa Gómez Espinosa, conservadora jefa del Arqueológico; Javier Carrascoso Arranz, médico especialista en radiodiagnóstico, y Silvia Badillo Rodríguez-Portugal, radióloga, que hicieron un recorrido por la historia de la momia y lo complementaron con las conclusiones del análisis forense con tecnología médica de vanguardia que se hizo en esa década, incluyendo la tomografía axial computarizada (TAC).
En pleno debate sobre si la momia debe ser exhibida o no al público, si todos los restos humanos conservados para frenar su descomposición también deben ser retirados de las salas de los museos y si hay que devolver las momias al lugar de origen, en el caso del cadáver encontrado en una cueva de Erques junto a otras muchas -'la cueva de las mil momias' se llamó en su día al lugar-, sobresale para los estudiosos su perfecto estado de conservación. Es además, una momia que se conservó sin retirar todas las vísceras, lo que hizo más meritorio el trabajo de embalsamamiento.
Respecto a por qué una momia guanche acabó en suelo peninsular, el citado estudio lo explica así: «El hecho de que se enviasen estas momias a Madrid no es un caso aislado, sino al contrario, fueron numerosos los ejemplares que salieron de Canarias con destino a diversos países europeos y posteriormente a América. Se debía al interés en los restos arqueológicos y al creciente gusto por el coleccionismo que se desarrolló desde mediados del siglo XVIII, a lo que se sumarían el interés científico e incluso el económico. Así pudieron contemplarse en gabinetes de historia natural, en museos y en colecciones privadas de diferentes países europeos». De manera que el hombre -porque era un varón- de Erques tiene muchos 'colegas' de túmulo y de otros yacimientos repartidos por medio mundo. Es más, hay constancia documental de que en Madrid llegaron a estar exhibidas cinco momias guanches pero la pista de las otras cuatro se ha perdido.
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En el estudio por el MAN se menciona el término 'xaxo' como la denominación empleada para las momias guanches pero curiosamente ese vocablo no aparece en el Diccionario de Canarismos de la Academia Canaria de la Lengua. Sí está recogido por la Real Academia en el Diccionario Histórico del Español de Canarias, que menciona 'jajo', 'axo', 'jarco', y 'xaxo' como variantes de una misma voz prehispánica y que señala que «entre los aborígenes canarios» era el equivalente a lo que conocemos como momia.
1763-64 El hallazgo
El historiador y biólogo José Viera y Clavijo sitúa en ese momento el hallazgo de la cueva donde se encontraba, en perfecto estado de conservación, la momia, que fue enviada a la península.
2015 La llegada
Es el año en que la momia llega al Museo Arqueológico Nacional. Se encontraba en el Museo Antropológico.
El historiador y biólogo José de Viera y Clavijo, que dató en torno a 1763-1764 el hallazgo de los restos en Erques, escribió en el siglo XVIII: «Nada quizá es tan interesante en la historia de nuestros antiguos isleños como el singular desvelo con que se esmeraron en honrar la memoria de sus difuntos, y preservar de la corrupción los cadáveres. En efecto, los guanches, a fuerza de experimentos, y de repetidas observaciones consiguieron descubrir el secreto de eternizarlos en cierto modo, y hacer sus xaxos, comparables a las momias, o famosos cadáveres, embalsamados por los antiguos egipcios».
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En clave política, la portavoz de Coalición Canaria (CC) en el Congreso de los Diputados, Cristina Valido, pidió al Ministerio de Cultura que aclare si el Gobierno va a mantener en depósito la momia guanche que tiene el Museo Arqueológico Nacional o la devolverá a Canarias.
«Ha transcurrido más de un año de legislatura y también ha pasado un año desde que preguntamos al ministro por las intenciones del Gobierno», señala Valido en un comunicado.
«Hasta este momento solo hemos recibido silencio y desprecio, mientras vemos que se retira la momia de exposición pública pero seguimos sin saber a dónde irá», añade.
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La iniciativa parlamentaria de la portavoz de Coalición Canaria desarrolla la reclamación nacionalista para que el Gobierno de España devuelva la momia guanche que lleva 249 años en Madrid, primero como presente al rey Carlos II y luego en varias salas de exposiciones en museos de la capital del Estado.
«En buena parte de este tiempo, pero sobre todo a partir de 1976 ya de forma oficial, la reclamación de las instituciones y de los especialistas en arqueología de Canarias ha sido desatendida por todos los gobiernos que ha habido en el Estado», afirma Valido, en contraposición a otros casos de restos aborígenes guanches que sí han sido devueltos a las islas. «La retirada de la exposición pública en el museo es un paso insuficiente», según Valido, «¿o es que la única opción es que quede olvidada en un almacén?», se pregunta.
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Por su parte, la Fundación Tamaimos reclama que la momia guanche hallada en el barranco de Erques no sea expuesta al público en el caso de que sea devuelta a Canarias.
En un comunicado, el presidente de la Fundación Tamaimos, José Miguel Martín, considera «un paso adelante» la decisión del Ministerio de Cultura de dejar de exhibir la momia en el Museo Arqueológico Nacional y trasladarla a un almacén, a la vez que ve «una oportunidad de oro» para que regrese a Canarias.
Eso sí, «no debe hacerlo de cualquier manera», apunta Martín, y apela a las instituciones, partidos y representantes públicos de Canarias a que estén «a la altura de las circunstancias y del tiempo actual», y se comprometan a no exhibir restos humanos en los museos de las islas, en consonancia con la decisión del Ministerio de Cultura.
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Según el presidente de la Fundación Tamaimos, toca «dar continuidad» a lo establecido en la Ley de Patrimonio Cultural de Canarias, que concede a los cuerpos mirlados y otros restos no mirlados «la necesidad de su conservación con gran tacto y respeto por los sentimientos de dignidad humana que tienen todos los pueblos».
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