Secciones
Servicios
Destacamos
Manuel Poggio, cronista oficial de Santa Cruz de La Palma desde 2010, asegura que esta edición «va a ser la Bajada de la Virgen más especial en más de 300 años, debido a esa cancelación de hace cinco. La Bajada más esperada».
Además, reseña que será «una celebración en la que se van a recuperar y se van a poner en valor muchos de los números tradicionales de esa Bajada más oculta, más secundaria, que hasta ahora había permanecido más desapercibida y que se va a intentar restituir con todo su esplendor».
Números, explica, como «el folclore de tambor, las danzas infantiles, distintas cabalgatas, el traslado de subida del trono, que ya se recuperó en el 2015, pero que se está trabajando para hacerlo aún más brillante, los poemas y la poesía visual», que son «tradicionales, hechos por el pueblo y para el pueblo y que le dan esa singularidad y esa brillantez a las fiestas lustrales».
Sobre el origen esta cita para la que en La Palma ya se cuentan los días, señala que «la fiesta es eminentemente una celebración barroca. Se crea en el siglo XVII y ahí es cuando se formula todo ese voto en torno a la Virgen de las Nieves».
Añade que la fundación oficial de esta peregrinación «es una cosa rocambolesca». Así, cuenta que estaba «el entonces obispo de Canarias, Bartolomé García Ximénez, de visita pastoral en la isla» y cuando quiere «marcharse a Tenerife, no puede porque hay un aviso de piratas berberiscos y entonces se queda bloqueado en Santa Cruz de La Palma durante un largo periodo de meses. ¿Y qué sucede en esos meses? Que llega el invierno y no hay lluvia y se produce una sequía. Y ante esa crisis alimentaria y social, se decide bajar a la Virgen de las Nieves, en el invierno de 1676, y el obispo, cuando ve aquellas muestras de devoción, decide instituir la primera bajada de la Virgen, que tendría lugar cuatro años después, en 1680».
Sin embargo, explica, antes de ese inicio oficial se produjo otra peregrinación, pues «solo un año después, en 1677, estalla el segundo volcán de Fuencaliente y la Virgen vuelve a bajar».
Apunta que, «poco a poco va desarrollándose» la fiesta, pero ya en el siglo XVII hay loas, están los traslados del trono, que es una romería muy curiosa, porque no va ninguna imagen religiosa, solamente las andas -trono que va con una cubierta- y el altar de plata». Este aspecto, el de que «antes de que baje la Virgen, baje su trono», dice que es «una de las particularidades de la fiesta».
Además, reseña que «a lo largo del XVIII, XIX y del XX» ha ido incorporando actos que «han conformado la celebración actual, constituida casi por una treintena de números tradicionales, unos muy llamativos, como la Danza de Enanos, el Diálogo entre el Castillo y la Nave, los Acróbatas, el desfile de la Pandorga, el Festival del siglo XVIII, el Minué, o el Carro alegórico y triunfal, que aportan mucha vistosidad a la fiesta».
Sabe que de todos ellos el de los enanos es el espectáculo que despierta más interés. Y sobre el mismo aporta un dato curioso. «Hasta 1900 eran enanos y enanas, pero bailadas siempre por hombres», expone sobre un aspecto que evolucionó pues la figura femenina iba ataviada «con una peineta» y «la transformación era más compleja».
Pero recuerda que en el programa lustral también hay actos «más sencillos, que son igual de importantes», como «las danzas infantiles, las cabalgatas».
Asimismo, destaca que «este año, por primera vez, van a venir todas las figuras festivas de la isla en una cabalgata» como «los caballitos Fufos de Tazacorte, los Fuscos de Fuencaliente, el diablo de San Miguel, las Viejas a Caballotas de Los Llanos... Diferentes figuras que van a conformar y a reunirse en esta cita tan especial» que «es una representación de lo que es la cultura y el modo de ser de La Palma».
Reconoce que «la fiesta ha evolucionado y se ha adaptado a los tiempos, pero la esencia permanece inalterable», pues «mezcla lo culto con lo popular». «Está revestida de autenticidad, es una fiesta que hace el pueblo y para el pueblo», dice.
Poggio recalca el aspecto «incluyente» de la Bajada pues «participan los poetas, los músicos o los artistas de mayor rango local, junto a los artistas o a los creadores o al pueblo».
Pone como ejemplo de lo que comenta el que «los dos últimos Premios Canarias que ha dado La Palma, Luis Cobiella o Elsa López», han creado textos para la fiesta. Recuerda que Cobiella hizo «el Minué, carros, unos enanos y una danza infantil» y que López escribió una danza infantil y este 2025 «estrenó un carro alegórico con texto suyo».
Todo el conocimiento que sobre estas Fiestas Lustrales alberga Manuel Poggio, lo ha plasmado en el libro 'Guía de la Bajada de la Virgen' que firma junto a Antonio Lorenzo Tena.
Publicidad
Jon Garay e Isabel Toledo
J. Arrieta | J. Benítez | G. de las Heras | J. Fernández, Josemi Benítez, Gonzalo de las Heras y Julia Fernández
Josemi Benítez, Gonzalo de las Heras, Miguel Lorenci, Sara I. Belled y Julia Fernández
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Debido a un error no hemos podido dar de alta tu suscripción.
Por favor, ponte en contacto con Atención al Cliente.
¡Bienvenido a CANARIAS7!
Tu suscripción con Google se ha realizado correctamente, pero ya tenías otra suscripción activa en CANARIAS7.
Déjanos tus datos y nos pondremos en contacto contigo para analizar tu caso
¡Tu suscripción con Google se ha realizado correctamente!
La compra se ha asociado al siguiente email
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.