
Las Palmas de Gran Canaria
El Polvorín también se amotina con cepillosSecciones
Servicios
Destacamos
Las Palmas de Gran Canaria
El Polvorín también se amotina con cepillosEl Polvorín es un nuevo barrio en el que clavar una chincheta para mostrar el campo de batalla en que se ha convertido Las Palmas de Gran Canaria, una ciudad sitiada por un conflicto de convivencia que tiene en la limpieza de sus calles su principal foco de debate.
El viejo sector urbano, víctima casi desde su fundación de la violencia institucional que toma cuerpo en el abandono de los servicios públicos, se suma a la rebelión de los cepillos que se extiende por la capital y que ha tenido movilizaciones activas en barrios tan dispares como Triana y Almatriche.
La manifestación de El Polvorín se produjo en la puerta de la asociación vecinal Nueva Trayectoria. Pura ironía, porque los allí concentrados clamaban por problemas que vienen de lejos y que no fueron subsanados, aseguran, con el derribo de las viejas 842 viviendas que crecieron en la ladera en la década de 1960 y que fueron renovadas en una reposición que concluyó en 2009.
«Casas nuevas, viejos problemas», se llegó a escuchar en la zona de la concentración, un espacio cubierto por dos grandes pancartas que abordaban algunas de las demandas vecinales:la limpieza, por supuesto; pero también la falta de transporte público, escenificado en que no todas las frecuencias de la línea 32 de Guaguas Municipales tienen el barrio en su recorrido.
Estrella Castillo es una veterana de la lucha vecinal en Las Palmas de Gran Canaria. Preside Nueva Trayectoria y a la hora consignada en el plan de protesta cruzó la calle con un pequeño megáfono para lanzar las consignas que ponían banda sonora a la manifestación. «Este es un problema de todo el barrio, que nos afecta de manera colectiva. Nuestras calles están sucias, tenemos una invasión de cucarachas, nuestros árboles padecen la mosca blanca...», iba enunciando acordándose a cada grito de la lista de problemas del lugar.
La hemeroteca da fe del maltrato constante que ha sufrido el barrio desde su fundación. Pasó más de una década hasta que las calles de El Polvorín fueron asfaltadas y dotadas de los mínimos servicios de abastecimiento. Ese estado de precariedad construyó en el ideario de Las Palmas de Gran Canaria la idea de marginalidad de esa zona residencial surgida en el antiguo entorno militar.
Eso no cambió del todo con la reposición que trajo el cambio de milenio. Derribadas las colmenas, la apariencia del barrio es otra con la renovación de los edificios. Pero sus vecinos siguen referenciando el abandono del que se sienten víctimas por parte del gobierno de la ciudad.
Estrella Castillo hace declaraciones cuando desde su espalda emergen voces disruptivas con la protesta organizada: «No tenemos ni barrenderos», gritan algunas vecinas que ilustran la protesta barriendo la acera en la que se encuentran las prolongadas escaleras que conectan el barrio con la ciudad baja a través del risco de San Antonio. «Tenemos derecho, pagamos nuestros impuestos», aseguran indignadas.
Esta movilización se activa en consonancia a las que se vienen produciendo en las calles de la ciudad en los últimos meses y cuya respuesta política ha sido, en el caso de algún concejal, el de acusar en privado a los líderes vecinales de estar siendo manipulados «por el partido que votó en contra de la mayor inversión en limpieza en la historia de la ciudad», clara referencia al PP.
Desde los colectivos vecinales de la ciudad afirman que tras sus movilizaciones no hay ideología posible, y que en el seno de sus colectivos hay partidarios de todas las organizaciones políticas. Responden, dicen, a una evidencia: la suciedad en la ciudad.
Eso asegura Estrella Castillo al frente de la manifestación crepuscular de este martes, que se desarrollaba mientras el sol se escondía tras el Castillo de San Francisco en la ladera opuesta:«Se nos están acumulando los problemas. Salimos cepillo en mano porque el barrio está abandonado: las laderas, las calles, la altura del rabo de gato...», dice.
Las farolas del barrio están empapeladas con las fechas de la protesta. Y enumeradas a bolígrafo se encuentran las fechas de otras movilizaciones. Entre ellas se cuenta la que el viernes de la próxima semana sucederá en la plaza de Santa Ana durante la celebración del pleno.
«Estamos reivindicado una acumulación de problemas que padecemos hace años. Tenemos un barrio con una guagua que va desde el Guiniguada hasta Las Arenas. Sin embargo, los vecinos de El Polvorín y San Antonio necesitan transporte público para ir al ambulatorio. El concejal nos deriva a Guaguas Municipales, nos engaña», sigue explicando la líder vecinal mientras la protesta se sucedía.
«Nos parece cruel este abandono», relata como fin del improvisado decálogo. El Polvorín se suma a una ciudad que llama a la revuelta pacífica y que por armas toma los útiles de limpieza, esos que aseguran no trae al barrio la gestión política.
Publicidad
Jon Garay e Isabel Toledo
J. Arrieta | J. Benítez | G. de las Heras | J. Fernández, Josemi Benítez, Gonzalo de las Heras y Julia Fernández
Josemi Benítez, Gonzalo de las Heras, Miguel Lorenci, Sara I. Belled y Julia Fernández
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Debido a un error no hemos podido dar de alta tu suscripción.
Por favor, ponte en contacto con Atención al Cliente.
¡Bienvenido a CANARIAS7!
Tu suscripción con Google se ha realizado correctamente, pero ya tenías otra suscripción activa en CANARIAS7.
Déjanos tus datos y nos pondremos en contacto contigo para analizar tu caso
¡Tu suscripción con Google se ha realizado correctamente!
La compra se ha asociado al siguiente email
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.