Las Palmas de Gran Canaria

Los vecinos de Triana usan sus cepillos y sus fregonas

Los focos de la protesta ciudadana se propagan por Las Palmas de Gran Canaria como los conatos de los incendios por las laderas de los montes. Ya no solo son los barrios periféricos, eternos olvidados de las políticas municipales, los que se organizan para contestar la gestión del gobierno local, también sucede ahora en la calle Triana, corazón de la ciudad burguesa y avenida principal del comercio y la franquicia; lugar en el que medio centenar de manifestantes, armados con cepillos y fregonas, se congregaron para protestar por la ausencia de limpieza y la falta de seguridad de la que aseguran es responsable el Ayuntamiento que lidera la socialista Carolina Darias.

«Que limpie la alcaldesa» fue precisamente una de las consignas de los manifestantes, que pasadas las 19.00 horas avanzaron hacia la espiral de Martín Chirino con ganas de quejarse de un problema que concierne a toda la ciudad. Comerciantes y vecinos se reunieron, vistiendo elegantes prendas y luciendo gafas de diseño, usando cepillos y fregonas que traían desde sus casas.

Isabel Bas, vecina de la zona, repartió entre los medios un manifiesto de ocho puntos en el que exponen sus preocupaciones. También fue la que ejerció la portavocía de los descontentos para explicar sus motivos. «El barrio está en decadencia desde hace muchos años, no es que hayan dejado de limpiar un mes», señaló.

Los vecinos y comerciantes creen que se topan con un muro. Y que estas mismas reivindicaciones que ahora exhiben a pie de calle ya se han hecho llegar al consistorio. «Estoy cansada. Muchos de los comerciantes con los que he hablado se lo transmiten a la asociación de empresarios, esta se lo transmite al concejal, pero la respuesta es siempre la espera sin acción», comenta.

Había cierto aire de confusión a la hora convenida para la protesta. La escultura que oficia de frontera imaginaria entre San Telmo y Triana había sido señalada como punto de encuentro. Pero a la hora de las armas allí solo había un furgón de la Policía Nacional y 'riders' esperando para partir desde allí con los pedidos del McDonald's.

Poco a poco fueron apareciendo por la zona personas encadenadas a la protesta, aunque su apariencia no lo dejara entrever en un simple vistazo. Triana solo suele ser escenario de movilizaciones ciudadanas en jornadas reivindicativas como el Día Internacional de la Mujer, siendo la Espiral del Viento el lugar de concentración cuando sucede un feminicidio en las islas.

Sin embargo, los vecinos que este jueves articularon la concentración levantaron los cepillos, algunos con el aspecto de estar de estreno y compartiendo el mismo color negro y gris antracita, para cargar contra el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria por la suciedad que denuncian en sus calles.

Y es que aseguran que no hay diálogo posible con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, con el que consideran que la interlocución ha entrado en una vía sin salida. «Hemos usado todas las vías posibles. Desde personas que se lo han comentado personalmente a la alcaldesa o con el uso de la aplicación. La realidad es que la zona necesita una regeneración integral y una limpieza frecuente y programada. Porque los vecinos ya no vemos las cubas como sucedía antes», expuso Bas.

Mientras se agrupaban en el corte de la calle de Pilarillo Seco la concentración apenas absorbió a curiosos. Algunas personas preguntaban qué sucedía, pocas se unían al canto y la beligerancia. Desde la calle de Buenos Aires apareció el galerista Manuel Ojeda con una pancarta: «Señora alcaldesa, menos ruido y más limpieza».

Esta manifestación tendrá, en principio y siguiendo la estela de los vecinos de La Isleta que reclaman la vuelta de la doble vía a la calle Doctor José Guerra, una convocatoria a la misma hora todos los jueves. «Esta manifestación es principalmente para que haya una limpieza frecuente, programada, transparente. Que los vecinos sepan cuándo y cómo se está limpiando, más allá de que necesitamos un limpieza de choque», dijo su portavoz.

La concentración dejó varias imágenes curiosas. Unas señoras mostraban en su teléfono móvil fotografías de algunas de las personas sin hogar que duermen en las calles del barrio.

Y este es precisamente otro de los puntos destacados en la reivindicación ciudadana. «Aprovechamos el tirón para decir que hay que renovar el mobiliario urbano, que necesitamos zonas verdes, presencia policial y una alternativa para los sintecho que han cogido el barrio y eso genera todo lo que viene después».

Triana abre otra brecha para Carolina Darias y su equipo de gobierno. Ese que invierte tiempo de su gabinete de comunicación en enviar notas de prensa sobre la efectividad de las acciones de limpieza, una visión poco secundada por la opinión generalizada de la ciudadanía palmense que señala la suciedad en las calles como uno de los principales problemas de una capital en la que es difícil transitar algunas de sus calles sin que los zapatos se peguen al suelo.

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