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Vecinos de Almatriche durante la protesta de este martes. Cober

Las Palmas de Gran Canaria

Crónica de una ciudad que se rebela por la limpieza

Desde las calles de Almatriche, donde los vecinos protestan con cepillos y fregonas, hasta las comisiones de pleno donde Inmaculada Medina acusa a los vecinos de Triana de «no haber cogido un cepillo en su vida»

David Ojeda

Las Palmas de Gran Canaria

Martes, 8 de octubre 2024, 20:26

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La limpieza de la ciudad es el gran conflicto actual de Las Palmas de Gran Canaria. Uno en el que no hay puntos de encuentro entre la realidad que quiere imponer el Ayuntamiento y la percepción de una ciudadanía que juega al contragolpe con movilizaciones en las calles. Los últimos en tomar la palabra han sido los vecinos de Almatriche Bajo, que este martes han salido a barrer las aceras de su barrio ante una «situación insostenible» por la suciedad que les rodea.

En Almatriche, como la semana pasada en Triana, se han concentrado trayendo de sus casas los útiles para limpiar. Cepillos y fregonas para las aceras cubiertas por metros de rabo de gato. Fernando Miguel, portavoz de los vecinos, talla la cronología del enfado en una situación concreta: «Hace cuatro meses que no vemos barrenderos en estas calles», expone.

La ciudadanía habla sobre la limpieza. Como cada mañana, este martes Dulce María Facundo abre su programa en la decana Radio Las Palmas a la participación de lo oyentes. Casi todas las llamadas tienen un tema en común. Son las 09.24 horas cuando una vecina de La Naval, en el Puerto, entra en antena indignada para pedir que «el concejal de Limpieza se deje de tanta fiesta y deje este puesto. Que le viene largo».

Es una muestra del descontento de la ciudadanía que encuentra eco en el plano institucional. La limpieza de la ciudad ocupó espacio en las comisiones de pleno de este martes, propiciando duros cruces de frases entre el gobierno y la oposición. «A aquellos vecinos que nunca salen al carnaval pero que les molesta que hagan lo mismo que están haciendo con las convocatorias de Triana los jueves, que los que están no han cogido en su vida un cepillo», coronó como cierre de una intervención la concejala Inmaculada Medina.

Inamculada Medina. C7

Todo esto sucede en el foro público, en el que se amplifica y tiene repercusión mediática. Pero cualquier debate de cafetería puede ser también escenario ideal para abordar la realidad de la limpieza en la ciudad, esa que tiene a pie de calle a representantes de barrios tan distantes, física y socialmente, como Triana y Almatriche Bajo.

Cepillos usados

«Basta ya», suspira Fernando Miguel mientras la concentración ciudadana va creciendo en participación frente a El Semillero, en ese barrio sin aceras que es Almatriche. Miguel lleva varios años peleando porque los servicios de la zona mejoren, algo que asegura no solo no mejora sino que, en el caso de la limpieza, ha ido en retroceso. «Nos hemos reunido los vecinos para visibilizar este grave problema que tenemos. Aquí hace cuatro meses que no se limpia, aquí no se ve nunca a nadie de limpieza viaria. Nos quitaron al barrendero la última semana de julio. De vez en cuando nos mandan cubas de aguas para que nos callemos pero apenas pasan por la calle de Juan Hidalgo. La carretera general está hecha una porquería», cuenta.

En Almatriche Bajo la imagen no está orquestada pero encaja en la demanda. Justo en el punto de la concentración hay una parada de guagua, de cuya papelera rebosa la basura, que se expande por el suelo. Uno de los vecinos que sube el camino hacia la protesta mira con hartazgo el piso y, aprovechando que traía su cepillo para la manifestación, coloca en un lado los restos desperdigados por allí.

Los cepillos de Almatriche sí están baqueteados. En sus cerdas se agrupan pelusas, de haber recorrido los pisos de las casas con frecuencia. El eco del barrio obrero resuena con igual potencia que el del acomodado. El enemigo es común: la suciedad en las calles de la capital.

La de este barrio del distrito Tamaraceite-Tenoya-San Lorenzo no será la única protesta sobre la suciedad en las calles que se verá estos días en Las Palmas de Gran Canaria, con cepillos boca abajo como seña de lucha. En Triana se volverán a agrupar este jueves por el mismo motivo, tal vez algo más enfadados después de conocer lo que Medina señaló en la comisión de pleno.

Tensión política

Lo que se respira en la calle, evidentemente, se convierte en carnaza de pleno. En este caso de comisión. Este martes las Oficinas Municipales de León y Castillo acogieron varias de ellas, atravesadas transversalmente por el conflicto de limpieza. En concreto del área de Limpieza.

Más allá del arrebato de Medina el concejal responsable del departamento, Héctor Alemán, recibió varias andanadas de distintos partidos. Uno de sus momentos más tensos se produjo con Gustavo Sánchez, edil del Partido Popular.

Alemán, el mismo al que criticaban las oyentes de Radio Las Palmas su afán por figurar en las fiestas, enseñó su indignación y se puso un escudo ante las críticas. «Están intentando dar forma a ese correlato», le espetó a Sánchez durante una intervención. «Me gustaría que le explicaran a esas personas que no están conformes con la política de Limpieza de Las Palmas de Gran Canaria que ustedes votaron en contra de la mayor inversión en la historia de la ciudad en limpieza solo por interés partidista», añadió con enfado.

Alemán se refiere a la oposición popular a los pliegos de los nuevos contratos de recogida de residuos y limpieza viaria de la ciudad, que estarían cifrados en un montante total en su duración de 493 millones de euros. A lo que Sánchez le contestó que ese voto en contra se fundamenta en evitar la «privatización encubierta que pretende el Partido Socialista del servicio».

Este conato de incendio tiene un antecedente reciente, con el anuncio por parte del Partido Popular de que en el próximo pleno pedirá la reprobación de Alemán por su gestión del área más polémica del actual mandato.

Todo eso sucede mientras la percepción de la ciudadanía se evidencia mucho más allá de lo que se articula en el combate político e ideológico. La ciudadanía ha tomado parte del debate movilizándose en las calles y señalando la suciedad como una de sus principales preocupaciones.

Mientras eso pasa en las calles, desde el Ayuntamiento mandan una nota de prensa este martes para informar de que «continúan con el proceso de refuerzo de la estructura administrativa del Servicio Municipal de Limpieza con la incorporación de dos nuevos empleados públicos de tipo C1 y uno de A1 que permitirán mejorar la gestión del servicio».

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