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La doctora Lourdes Mateu timonea la Unidad de Covid Persistente del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Germans Trias i Pujol, en Badalona. Esta unidad fue una de las primeras en poner el foco en la nueva enfermedad nacida durante la pandemia. «Empezamos con las consultas en mayo de 2020. Es verdad que la unidad ha sido dinámica y se ha ido ajustando a las necesidades de los pacientes», explica la especialista en Enfermedades Infecciosas que este jueves interviene en las primeras Jornadas de Covid Persistente, organizadas por la asociación de afectados por esta enfermedad en Canarias.
Pese a que la covid persistente es una enfermedad contemplada por la Organización Mundial de la Salud, aún es una gran desconocida, incluso entre el sector médico y, en general, sanitario. «Lo más importante que hemos hecho en la unidad es un programa con los centros de Atención Primaria de nuestra zona. Allí es donde se tendría que identificar y activar los protocolos para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad», sostiene Mateu.
Y es que el diagnóstico de una enfermedad tan heterogénea como la covid persistente es complicado. «Se diagnostica por exclusión, es decir, descartando todas las enfermedades asociadas a los síntomas», comenta la médica que advierte de que, de momento, no hay ningún biomarcador que identifique la patología.
Sin embargo, cada vez se avanza más en este sentido. «Las evidencias del daño biológico de la covid persistente las podemos encontrar centenares de investigaciones internacionales donde se demuestra que los pacientes presentan alteraciones que causan estos síntomas», afirma Mateu que cita entre ellas la persistencia viral en pacientes con un reservorio de partículas virales que se relacionan con una respuesta inflamatoria persistente y una autoinmunidad que genera una inflamación tras la infección aguda que afecta a la microcirculación.
Así y todo, buena parte de la ciudadanía cree que la covid persistente es un engaño. «Hay mucha gente que no se cree que esto sea una enfermedad, sobre todo en España. En Estados Unidos no hay este estigma. Aquí se piensa que los enfermos se lo están inventando», lamenta la doctora.
Mientras tanto, los pacientes sufren fatiga, niebla mental, dolores articulares, problemas digestivos, taquicardias y anginas, además de la incomprensión de los médicos y de su entorno familiar y social. «La señal más evidente la presentan personas de entre 40 y 50 años que hacían vida normal y que, después de la infección por Sars-Cov-2, les cambia la vida completamente», dice.
«El síntoma más incapacitante es la fatiga post ejercicio; los pacientes tienen la sensación de que se les acaban las pilas», precisa la doctora. A esta manifestación le sigue la afectación neurocognitiva -conocida como niebla mental-. «Tengo a una paciente pianista que ya no sabe leer una partitura y a una matemática que le cuesta hacer cálculos. Son personas activas que no pueden hacer el trabajo que venían realizando, ni leer un libro, ni ver una serie, se pierden con los personajes», aclara sobre la gravedad de este aturdimiento que se presenta con alteraciones de la memoria y de la velocidad mental.
De momento, no se ha encontrado una cura a la enfermedad y los pacientes reciben distintos tratamientos para aliviar cada uno de los distintos síntomas.
«Si revisamos las investigaciones sobre la evolución de los pacientes vemos que el porcentaje de recuperación es bajo», afirma Mateu. «Publicamos un trabajo con nuestra cohorte. De nuestros 341 pacientes iniciales se recuperó el 7,6%. El resultado está sesgado porque atendimos los casos más graves. Seguro que el porcentaje de las personas que mejora es mayor», puntualiza.
La especialista en Enfermedades Infecciosas denuncia que España tiene dos asignaturas pendientes con la covid persistente: «hay una falta de recursos para asistir al paciente, para acompañarlo, y para la investigación, saber por qué tiene aún síntomas y encontrar tratamientos mediante ensayos clínicos». Además, señala que la complejidad de la enfermedad obliga a ordenar los recursos desde Atención Primaria. «Nos llegan pacientes con cuatro resonancias y tres escáneres; pruebas que no necesitan», se queja.
El auditorio del hospital de Gran Canaria Doctor Negrín acoge este jueves y viernes las primeras jornadas sobre la enfermedad organizadas por la Asociación de Covid Persistente de Canarias. El encuentro podrá seguirse en directo a través de internet y contará con expertos locales, nacionales e internacionales en la patología. Unas 80 personas se han inscrito en las jornadas en las que este jueves intervendrán, además de Lourdes Mateu, Saray Hernández, coordinadora de la Unidad Multidisciplinar de Covid Persistente del hospital Polivalente adscrito al Doctor Negrín; Lorenzo Armenteros, de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, el fisioterapeuta Daniel López y la abogada Rosa Lorenzo, quien logró que la justicia declarara la incapacidad permanente de una paciente.
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