Apuesta por la vivienda colaborativa para mayores frente al modelo de residencias

En Canarias hay once cooperativas que impulsan proyectos de viviendas colaborativas o 'cohousing' y el Gobierno canario ha concedido tres millones de euros procedentes de fondos europeos dentro de su programa para subvencionar este tipo de iniciativas. Ayudar a crear espacios de viviendas colaborativas para la mejora de la calidad de vida, la prolongación de la autonomía de las personas mayores e impulsar este tipo de recursos como una forma de promover el acceso a la vivienda a personas en situación de vulnerabilidad es el objetivo principal de este programa de subvenciones impulsado a través de la Viceconsejería de Bienestar Social para «promocionar un modelo de atención al colectivo de personas mayores alternativo al residencial».

El viceconsejero Francis Candil presentó este martes el programa en rueda de prensa acompañado por representantes de tres de los proyectos de cooperativas que ya han puesto en marcha este tipo de complejos de viviendas en Gran Canaria –El Ciempiés, Siempreviva y El Chinijo– y la directora general de Dependencia, Concepción Ramírez.

«A través de este tipo de programa, buscamos impulsar proyectos de convivencia y modelos colectivos residenciales que apuesten por la desinstitucionalización del actual sistema de atención en residencias para las personas mayores, de tal forma que se potencien complejos de viviendas comunitarias con diseños arquitectónicos que promuevan un modelo de viviendas en las que nuestras personas mayores cuenten con espacios privados junto a la oferta de servicios comunes de atención médica y enfermería, comedores, lavandería o guardería», dijo Candil en declaraciones recogidas en un comunicado de la Consejería de Bienestar Social.

«La figura de las viviendas colaborativas implica un cambio de cultura y es necesario transmitir a la sociedad que este tipo de recursos pueden ofrecer también nuevos servicios para la atención a las personas dependientes», señaló Concepción Ramírez, quien anunció que el servicio este modelo de viviendas es «el único recurso nuevo que formará parte del Catálogo de Servicios Sociales de la comunidad».

Los tres millones de euros en subvenciones dentro del programa de Viviendas Colaborativas o Cohousing se han destinado a 25 actuaciones, diez para la isla de Tenerife y quince para Gran Canaria. La partida, financiada con los fondos Next Generation de la UE dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, sufraga acciones de acompañamiento cualificado, viabilidad económica, elaboración de estudios previos o anteproyectos, presentación y justificación de los proyectos, añade la nota.

Candil anunció que, ante la demanda de solicitudes recibidas, su departamento estudia ya la ampliación de los fondos destinados a dar cobertura a todas las solicitudes.

«La idea es que, junto a los servicios en residencias, podamos ofrecer a la población mayor la posibilidad de que puedan vivir en espacios de viviendas colaborativas que contribuyan a mejorar de su calidad de vida respetando su independencia y ayudando a prolongar su autonomía», añadió Candil.

Las tres iniciativas grancanarias presentes en el acto de este martes forman parte de la Red de Vivienda Canaria Cooperativa (Vivaco), que cuenta en la actualidad once proyectos en el archipiélago.

Paqui Martín, de la cooperativa El Chinijo, explicó que las viviendas colaborativas «ayudan no solo a combatir la soledad no deseada sino a facilitar una posibilidad de acceso a la vivienda para jóvenes y familias monoparentales». Este proyecto rehabilita un edificio en Montaña Cardones, en Arucas, con capacidad para nueve viviendas.

«Se trata de un cambio de mentalidad importante ya que supone desarrollar un proyecto en el que apostemos por vivir cooperando entre los miembros de la cooperativa y compartir espacios y servicios comunes», explicó por su parte Eusebia Nuez, de la cooperativa Siemprevivas, que ya ha comprado el suelo en Firgas para construir un complejo de 26 viviendas.

Por su lado, José Antonio García, de El Ciempiés, indicó que este tipo de iniciativas se rige por el principio de que 'otro mundo es posible', porque «es transitar de la individualidad al trabajo común a través de la cooperación». Esta cooperativa contempla la construcción de un edificio comunitario en la zona de Santidad, en Arucas, con 26 viviendas.

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