La UCO halla un mensaje sobre una reunión de Torres con un investigado del caso Koldo

«Soy Nacho Díaz, del laboratorio Eurofins de la presentación de los laboratorios que vimos en su despacho de cara al control de pasajeros». El mensaje fue enviado por Whatsapp el 25 de agosto de 2020 por el empresario Ignacio Díaz Tapia, uno de los investigados del llamado caso Koldo, al entonces presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, y hoy ministro de Política Territorial y Memoria Democrática.

Es uno de los mensajes que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil destaca en el informe elevado esta semana al juez de la Audiencia Nacional que instruye dicho caso. «A continuación», escribe la UCO, «Torres respondía que le gustaría hablar después sobre los avances y solicitaba a Tapia que le enviase la información del otro día ya que había hablado con Illa) estos días y parecía que había buena recepción».

Y la UCO, que analizó el teléfono móvil de Díaz Tapia, añade, que en ese intercambio de mensajes con el hoy ministro y también líder de los socialistas canarios, este le facilitó el contacto telefónico de Blas Trujillo, que había sido nombrado consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias en junio de 2020, tras la interinidad derivada del cese fulminante de Teresa Cruz en marzo de ese año.

Ocho meses después de aquel mensaje alusivo a una reunión presencial en el despacho del presidente de Canarias, el Servicio Canario de la Salud formalizó el primero de los contratos con Eurofins Megalab para la realización de pruebas PCR.

Fueron tres contratos (formalizados el 18 de diciembre de 2020, el 1 de enero y el 1 de febrero de 2021), por un importe de 5,3 millones de euros. En virtud de ellos, Megalab realizaba pruebas PCR a canarios que iban a viajar a las islas y el Servicio Canario de la Salud afrontaba el coste de los mismos.

Cuando compareció el 10 de junio ante la Comisión de Investigación del Congreso del caso Koldo, Torres alegó que él, como presidente, nunca ordenó contratar con ninguna empresa concreta y negó que hubiera recibido llamadas de Koldo García o del ministro Ábalos.

También aseguró, como recordó la agencia de noticias Efe, que no tenía constancia de conocer a Díaz Tapias, el empresario de los test PCR, y explicó que, aunque podía recibir centenares y miles de llamadas, nunca «para contratar con ninguna empresa».

La trama de presunta corrupción planteó al Ejecutivo canario una operativa similar al Gobierno de Baleares, presidido entonces por la también socialista Francina Armengol, hoy presidenta del Congreso, y al Gobierno de La Rioja, también en manos socialistas.

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Extracto de la investigación de la UCO

Las puertas de esas administraciones se las abrió a Megalab Koldo García, que era asesor personal del entonces ministro José Luis Ábalos. El nexo entre Koldo García y Díaz Tapia fue Víctor de Aldama, empresario que habría hecho de testaferro en la trama y que ha sido encarcelado por su implicación en un presunto fraude fiscal en el negocio de compraventa de hidrocarburos. Tanto De Aldama como Díaz Tapia y Koldo García fueron detenidos al estallar el caso Koldo, en febrero de este año.

La UCO detalla que cómo Víctor de Aldama, Díaz Tapia y dos socios más también detenidos en su día «se lucraron con la realización de test para la detección del covid. Y para ello aprovecharon la ventana de oportunidad que proporcionaba la relación privilegiada de Aldama con las altas instancias del Ministerio».

Ese negocio se materializó a través de la empresa Fertinvest Consulting, que compartía actividad con Eurofins Megalab, constituida en 1988, con sede en Madrid y dedicada la explotación de laboratorios clínicos.

Fue el 14 de agosto de 2020 cuando Koldo García propuso a Víctor de Aldama ofrecer a Canarias y Baleares la realización de pruebas PCR. En esa fecha, el Servicio Canario de la Salud ya había hecho contratos con Soluciones de Gestión, la otra empresa vinculada a la trama corrupta, para la compra de material sanitario.

Fue ese 14 de agosto de 2020, en el intercambio de mensajes entre Koldo García y Víctor de Aldama, cuando este ultimo le escribió que Torres les debía «una grandísima», todo ello después de que el asesor de Ábalos le dijese que el presidente canario estaba interesado en el servicio para realizar PCR.

El 17 de agosto Koldo García mandó un mensaje de audio a Torres hablándole de «unos laboratorios que se llaman Megalab, que están totalmente introducidos en Canarias. Se les ha ocurrido una idea de un protocolo con PCR ¿vale? Que es muy interesante».

En ese mismo mensaje, Koldo García le dice a Torres que le gustaría que recibiera a directivos de Megalab porque creía que la propuesta era muy positiva para las islas: «Es cojonudo».

Según los mensajes de la UCO, el contacto presencial se produjo y fue en el despacho de Torres.

Ignacio Díaz Tapia, el empresario investigado en el caso Koldo que contacó directamente con Ángel Víctor Torres para la venta de test PCR en la pandemia, tenía «vinculación directa» con Rubén Villalba, el guardia civil también investigado en la trama y que, según los informes de la Unidad Central Operativa, se encargaba de garantizar una red de comunicación segura a los implicados.

El agente estaba en comunicación también con Koldo García, el exasesor de José Luis Ábalos, con quien tenía «vinculación directa», dice el juez instructor en un escrito. Y añade que «en el desarrollo de esta investigación también se han encontrado indicios de una relación directa y personal entre Rubén y Víctor de Aldama, Ignacio Díaz Tapia, César Moreno y Javier Serrano, según las conversaciones vía WhatsApp».

Un auto judicial de esta semana recoge una cadena de mensajes del grupo de Whatsapp 'los 4 mosqueteros', en el que estaban los cuatro, y asevera que «resulta relevante porque de ella se desprende que el pago a 'R' se produciría en efectivo».

Por otro lado, el magistrado indica que su relación con De Aldama queda acreditada, asimismo, de las conversaciones intervenidas. De hecho explica que incluso éste felicita a Rubén el 4 de abril de 2021 por el nacimiento de uno de sus hijos. Y apunta que se ha detectado además «la existencia de una línea segura de comunicación entre Víctor de Aldama y Rubén Villalba». «De la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp entre Rubén y De Aldama se ha detectado que bajo el seudónimo 'café' los referidos podrían, como hipótesis policial, referirse a una línea segura de comunicación», añade.

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