Borja Cobeaga viaja a la paternidad en el Sestao de los años 80

'Los aitas' es el quinto largometraje del director donostiarra y el primero desde 'Fe de etarras', hace ya ocho años. Arranca en un pueblo de la periferia bilbaína muy parecido a Sestao a finales de los 80 y sus protagonistas son, claro está, cuatro padres y sus respectivas hijas. Forman un equipo infantil de gimnasia rítmica que tiene la oportunidad de participar en un campeonato en Berlín. En aquella época, lo normal sería que las madres las acompañaran, pero como todas están convalecientes tras una noche de borrachera viajarán con ellas sus aitas, a los que no les interesa demasiado la gimnasia rítmica. Ni siquiera sus hijas.

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El colegio Urdaneta acogía este miércoles al equipo de la película, con Juan Diego Botto y Quim Gutiérrez como actores más populares del reparto. Encarnan a dos de los padres junto a Mikel Losada e Iñaki Ardanaz. En el grupo de niñas encontramos nada menos que a la ganadora de un Oso de Plata en Berlín, Sofía Otero, protagonista de '20.000 especies de abejas'. Estamos en Loiu pero en la ficción hará de Berlín. El polideportivo del colegio será el destino final del autobús, que conduce el actor fetiche del realizador, Ramón Barea, con quien ha trabajado en siete producciones.

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'Los aitas' se encuentra en el ecuador de un rodaje de casi seis semanas y todas sus localizaciones son vizcaínas (Sestao, Portugalete, Bilbao, Sondika, Akarlanda...), a excepción de algunos planos con 'camara car' del autobús en el que transcurre gran parte de la acción, que se filmarán en Madrid. Y es que estamos en una 'road movie' canónica con tono de comedia sentimental, que retrocede a los años 80 para enriquecer la propuesta que recibió Cobeaga de la productora Valérie Delpierre: un guion sobre unos padres que acompañaban a sus hijas a un campeonato de gimnasia.

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«No quería hacer otra película en época actual con padres que no saben cuidar de sus hijos, porque es algo ya superado. En 1989 todavía no había cambiado el modelo de paternidad. Nuestros padres eran diferentes a nosotros, su nivel de implicación con sus hijos era otro. Solo se dedicaban al trabajo, así que contextualizarlo en Sestao y en plena reconversión industrial me parecía de lo más adecuado», justifica el coautor de '8 apellidos vascos'.

Muchos de aquellos padres de los 80 no paraban demasiado en casa. Iban de la fábrica al bar. Así que cuando estos trabajadores de Altos Hornos de Vizcaya se quedan en paro tienen la oportunidad de conocer a sus hijas. «Cuando las madres empiezan a trabajar cambia el modelo, y ahora pueden ser los padres los que se quedan en casa», reflexiona el director. ¿Nuestros padres eran peores padres que nosotros? «Absolutamente. Bueno, es generalizar; no sé si eran peores o mejores, pero seguro que estaban menos implicados que nosotros, tenían otro punto de vista sobre la función de un padre, en eso se insiste mucho en la película. Claro que cuando somos padres helicóptero no ayudamos demasiado».

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'Los aitas' tendrá espacio para «algunos momentos dramáticos» aunque se impondrá la ternura y el tono agridulce. Ser padre le ha ayudado a Cobeaga a trabajar con las niñas. «Este proyecto lo he aceptado porque nunca había hablado de la paternidad partiendo de mi experiencia propia», argumenta. Con Juan Diego Botto ya trabajó en la serie 'No me gusta conducir' y la experiencia fue «tan impresionante» que ansiaba repetir. «Yo quiero trabajar siempre con ese señor». Quim Gutiérrez le encantaba como actor de comedia. «Al transcurrir la acción en la Margen Izquierda podían ser actores no vascos: en la película le llaman 'El Catalán'».

Mientras rueda 'Los aitas', Borja Cobeaga ultima la postproducción de 'Su majestad', una serie para Amazon Prime Video con Anna Castillo y Ernesto Alterio, protagonizada por una princesa que accede al trono de España cuando su padre abdica por una serie de escándalos. ¿Polémica a la vista? «Puede serlo, tiene dosis de crítica, rimas con la realidad y mala baba, aunque no deja de humanizar a los personajes», admite el autor de 'Pagafantas'. «Es muy diferente a todo lo que he hecho, una sátira de la monarquía con dos actores increíbles. Una comedia muy estilizada y mucho más pomposa que el resto de mis trabajos».

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Película y serie se estrenarán el año que viene, por lo que tiene sentido que el director haya abandonado X (Twitter) hace meses. Confiesa que no lo ha hecho tanto por el clima irrespirable de la red social en los últimos tiempos como por una cuestión puramente práctica. «Perdía demasiado el tiempo y me había dejado de divertir. Con hacer una película y una serie y ser padre de familia ya tenía suficiente»..