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Portugal tiene el próximo domingo una cita con las urnas marcada por el desencanto político. La caída en otoño del Gobierno luso, dimisión del primer ... ministro, António Costa, incluida, tras una investigación sobre corrupción y problemas sociales como el acceso a la vivienda, con manifestaciones multitudinarias en los últimos meses, han generado un escenario de hartazgo que podría reflejarse en estas elecciones generales. Por un lado, en una mayor abstención -una tendencia creciente en Europa- y, por otro, en un ascenso de la extrema derecha, Chega, que reflejan las encuestas más recientes.
La última palabra la tienen los más 10,8 millones de portugueses que están llamados a pasar el domingo por las urnas aunque el voto anticipado se encuentra ya en marcha. El aún presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, lo ejerció hace tres días y fue entonces cuando animó a sus compatriotas a depositar su papeleta. «En una democracia que cumple cincuenta años es importante que no sigamos la evolución de democracias cada vez más viejas, que es el aumento de la abstención en elecciones que son todas muy importantes», reflexionó en el punto de votación instalado en la Universidad de Lisboa, el único de los tres previstos en la capital que se abrió esa jornada en vista de que el número de electores inscritos estaba «significativamente por debajo» de lo esperado.
En estos comicios se elige a los 230 diputados que componen la Asamblea de la República, incluido el jefe de Gobierno, donde el Partido Socialdemócrata (PSD, centroderecha) y el Partido Socialista (PS, centroizquierda) del dimitido Costa se han alternado en el poder durante casi medio siglo. Pero el bipartidismo, según los últimos sondeos, podría estar a punto de llegar a su fin en Portugal y ninguna de las dos formaciones que hasta ahora se han turnado en el Ejecutivo son capaces de vaticinar cuánto apoyo necesitarán de otros grupos más pequeños para formar el próximo gabinete. Hasta 18 fuerzas políticas compiten esta vez por rascar algún escaño.
La encuesta más reciente, elaborada por la consultora Aximage para los periódicos 'Diário de Notícias' y 'Jornal de Negócios' y la emisora TSF, da la victoria a los partidos de derecha (50,2% de los votos) aunque Alianza Democrática, liderada por Luis Montenegro (PSD), ha reiterado que no pactará con la extrema derecha de André Ventura, al frente de Chega. La formación ultra se dispararía al cosechar el 16,7% de las papeletas, muy por encima del 1,29% obtenido en los comicios parlamentarios de 2019. Mientras, la izquierda sumaría un 47,4% y al PS (33,1%) que ahora encabeza Nuno Santos apenas le pasaría factura el escándalo desatado en noviembre.
Entonces, el Ejecutivo luso colapsó después de que el primer ministro se viera implicado en una investigación sobre tráfico de influencias, corrupción y prevaricación en la concesión de varias licencias. Costa, sin embargo, no ha sido acusado cuatro meses después de ningún delito.
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