Imamoglu se hace fuerte en Estambul y desafía el poder absoluto de Erdogan

Este domingo Imamoglu ganó por segunda vez las municipales en la mayor ciudad del país y vuelve a romper la imagen de imbatible que tenía el líder islamista. Con estas dos victorias mantiene la puerta de la esperanza abierta para esa Turquía laica que se siente ahogada por los triunfos de Erdogan y la creciente islamización del sistema.

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Nacido a orillas del mar Negro hace 53 años, casado y padre de dos hijos y licenciado en Administración de Empresas, la figura del alcalde ha crecido hasta convertirle, según los analistas, en la mayor amenaza para el futuro político de Erdogan al frente del país. El presidente dijo durante la campaña que estas serían sus últimas elecciones, pero en Turquía nadie descarta que intente un cambio en la Constitución para disputar las presidenciales previstas para 2028.

La incógnita es saber si el alcalde de Estambul podrá ser candidato ya que tiene abiertos dos casos ante la justicia. En diciembre de 2022, Imamoglu fue oficialmente excluido de la política después de ser declarado culpable de «insultar a un funcionario público» y sentenciado a casi tres años de cárcel. El alcalde apeló y por eso pudo seguir en el cargo, pero la posibilidad de que un tribunal superior confirmara la sentencia le impidió competir contra Erdogan en las elecciones generales de hace diez meses, unos comicios en los que el presidente renovó mandato y su partido se hizo con la mayoría en el Parlamento frente a una oposición unida, pero sin un líder fuerte al frente.

En estas elecciones municipales Imamoglu ha logrado arrebatar a Erdogan bastiones clásicos del AKP en Estambul como Fatih o Uskudar, lugares donde el islamismo ganaba con holgura. El alcalde inicia su segundo mandato reforzado por los más de un millón de votos de diferencia sobre el candidato islamista y en la noche de la victoria desde el balcón de la sede del CHP habló de un «nuevo comienzo» para la ciudad y para el país. Miles de personas le aplaudieron con fuerza en una noche de fiesta total.

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Sus seguidores esperan verle en las próximas elecciones a la presidencia. Pinar Kinayygit, profesora jubilada en Kadikoy, uno de los bastiones de la oposición en la ciudad, asegura que «por fin tenemos una alternativa, un candidato fuerte capaz de ser presidente del país y desbancar a Erdogan. Imamoglu es fuerte y puede liderar el cambio». Para que llegue ese momento habrá que esperar al menos cuatro años y entonces se confirmará que Estambul es el gran trampolín de la política turca para alcanzar la presidencia. Entonces también será momento de recordar la frase que tantas veces repetía Erdogan en sus mítines.