Europa asiste a desmayos debidos al calor y cientos de heridos por las tormentas

El territorio griego arde por quinto día consecutivo con más de 3.000 hectáreas de bosque consumidas por las llamas. El fuego que agobia a las localidades cercanas a la capital remite poco a poco, pero sigue causando estragos en la isla de Rodas y en la península de Peloponeso, donde los frentes se han reactivado en las últimas veinticuatro horas.

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«Necesitamos una vigilancia absoluta», apeló Mitsotakis a los ciudadanos. El Gobierno anunció este jueves que todos los lugares arqueológicos estarán cerrados durante las horas más calurosas del día –desde las 12.00 a las 17.00– debido a una nueva canícula y el riesgo que puede suponer para los turistas. No sólo los grandes recintos históricos han bajado sus persianas. También los pequeños centros culturales y los comercios suspenden la actividad en la franja de calor intenso. Y aun así, el estallido de los termómetros no ha frenado a los visitantes. El sindicato de guardias de la acrópolis capitalina informó de que veinte turistas se habían desmayado en el lugar por el calor.

No sólo Grecia, también Rumania, Turquía, Francia e Italia sufren las altas temperaturas. Sin embargo, estos países han enviado algunos equipos de bomberos para ayudar en la lucha contra los incendios en Grecia. La Unión Europea desplegó el miércoles cuatro aviones galos e italianos y 220 equipos de emergencia a las islas.

En Italia, los bomberos han controlado los incendios que afectaban sobre todo a Sicilia. Esta isla y Cerdeña se acercan cada día que pasa a la máxima de 48,8 grados, que además de ser el récord transalpino también es el europeo. Con 47,7 grados, el sur del país se asfixiaba este jueves. Sólo cinco de las 27 grandes ciudades italianas han esquivado la alerta roja. Y donde no hay calor, se suceden las tormentas. De forma sorprendente para los habitantes de la región, el Véneto padeció el miércoles una fuerte tormenta de granizo, «del tamaño de pelotas de tenis», según los vecinos. La furia del temporal dejó al menos un centenar de heridos por el impacto del granizo y la caída de cristales de los edificios. Las aseguradoras seguían anoche contabilizando daños en casas y vehículos.

El 'downburst' –como se define el fenómeno climático que se crea cuando las corrientes frías se cruzan con el aire caliente y desatan fuertes precipitaciones– también afectó a los países balcánicos. Después de máximas de 40 grados, una tempestad ha arrasado con algunas regiones de Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina y Serbia, causando seis muertos y cientos de heridos. Las ráfagas, superiores a 100 kilómetros por hora, causaron el miércoles cortes de electricidad y otros destrozos. Las lluvias torrenciales seguirán este fin de semana. Luego volverán los grados sofocantes.

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La ola de calor ha recrudecido otros problemas ya existentes. En Oriente Medio, con una sensación térmica de 65,5 grados, los grifos secos y la tierra erosionada han desencadenado fuertes protestas contra el Gobierno. Los camiones cisterna que reparten el líquido no eran antes suficientes y ahora lo son menos con las condiciones meteorológicas actuales. Frente a las quejas, el Ejecutivo iraní culpa a los talibanes, que gobiernan en el vecino Afganistán, por restringir el flujo de agua en el río Helmand. Sin embargo, los manifestantes coinciden con distintos expertos en que es el resultado de años de mala gestión gubernamental.