Críticas al primer ministro británico por su plan para aumentar el gasto en Defensa

No son cantidades suficientes, afirma el profesor Trevor Taylor, del Instituto Real de los Servicios Unidos: «Tenemos que asegurarnos de que el gasto genera capacidad para disuadir a Rusia», advierte. Y agrega: «No debemos pensar en que avanzamos hacia una guerra, tenemos que pensar en cómo impedir una guerra». En su opinión, eso no se lograría ni con el 2,5% del PIB destinado a Defensa, al que Starmer aseguró que se subiría, ni con el 3%.

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En una convención de la industria armamentística, el directivo de su asociación, Kevin Craven, ha afirmado, según el diario 'Daily Telegraph', que el impulso de Starmer a la Defensa británica no es suficiente para una producción de guerra. «Las reservas de armamento de los países europeos se han enviado a Ucrania en los últimos dos años y la reposición se está haciendo a ritmo de paz», explica.

El Gobierno de Starmer había prometido una revisión estratégica de la Defensa que se publicaría en junio. La industria necesita objetivos concretos, y no los tendrá hasta que los autores de ese proyecto señalen sus deseos para el futuro. Esto ocurrirá en un contexto de mayor presión fiscal, que el exgobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, considera ahora inevitable. En el 125 aniversario de la fundación del Partido Laborista, el aumento del impuesto de la renta y del IVA, que el 'premier' desechó en su programa electoral, puede crearle más problemas que la reducción de la ayuda internacional para compensar la subida del presupuesto militar, considera Ed Dorrell, en 'Labour List'.

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Los Estados miembros de la OTAN suman unos 22 trillones de euros y Moscú, 2. Pero el Kremlin está gastando en la guerra un 40% más que la suma de lo aportado por todos los países contrarios a la invasión, incluido Estados Unidos. Si los aliados dedicasen un 0,2% de su presupuesto a la ayuda a Ucrania, este podría igualar el armamento de Rusia.