Hay que hacer sitio en la plantilla de la UD 2024-25 por el excedente actual de jugadores (tres porteros con ficha profesional como ejemplo ilustrativo) y la previsión de que el capítulo de altas todavía registrará más nombres propios. Y tres son los jugadores priorizados en la rampa de salida: Álvaro Valles, Nuke Mfulu y Sory Kaba.
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Con Valles todo viene de lejos. Desde mucho antes de la finalización de la campaña pasada se tenía clara la única solución a su caso, dada su negativa a renovar más allá de 2025: una venta. Con una cláusula de rescisión de 30 millones, el club está dispuesto a negociar a partir de 6 y fechas atrás alcanzó un acuerdo para su traspaso al Olympique de Marsella. Valles, que tiene un acuerdo con el Betis, se negó a emigrar a Francia y ahora se ha unido a la puja el Villarreal.
En la UD, que se blindó con acticipación fichando a Cillessen y Horkas, impera el optimismo y creen que a lo largo de las próximas semanas se activará su deseada transferencia.
Mfulu y Kaba, que no entran en los planes de Carrión, son casos más complejos. Ambos han sufrido una devalución importante y buscarles acomodo sin perder dinero está siendo una tarea compleja, aunque también hay confianza en procurarles un destino antes de que se cierre la ventana estival de fichajes.
«Se irán los que deben irse», aseguran fuentes de la entidad. Y en eso están.
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