El carnaval también es protesta: «No a la planta de gas»

El carnaval de Las Palmas de Gran Canaria no solo es color y derroche, también tiene esa tradición reivindicativa que durante décadas se ha podido escuchar, por ejemplo, en el cancionero murguero. Ese veta para el desahogo será aprovechada en la cabalgata de este sábado por la plataforma que lucha contra la instalación de una central térmica por parte de la empresa Totisa en el Puerto de La Luz, inspiración para un disfraz y una carreta que formarán parte de la comitiva que parta desde Manuel Becerra.

En las últimas semanas miembros de la oposición al proyecto de la regasificadora se han afanado en un garaje de la calle Anzofe en montar la estructura de una pequeña central térmica de cartulina, fijada a una carreta con la que piensan recorrer las calles centrales del recorrido dando muestras de que su batalla social continúa vigente. Sobre sus cabezas han diseñado una suerte de chimeneas que expandirán por el ambiente carnavalero la imagen de los malos humos que aseveran que acompañan el proyecto de Totisa en el Puerto.

Tito Martín es uno de los protagonistas de esta historia, junto al grupo de personas que reunidos en torno a una causa común han musculado una oposición que ha forzado incluso una declaración conjunta que refuerza su teoría por parte del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y el Cabildo.

Él viste un riguroso negro casi de una pieza, junto a las compañeras con las que termina de dar forma al disfraz. «No solo La Isleta, la ciudad tiene un problema. Este sábado se celebra la cabalgata y es un evento con muchísima visibilidad y queremos aprovecharlo. Teníamos un carro que se suele usar para las romerías y pensamos que tuneándolo un poquito podríamos aparecer con la chimenea que es característica de todas las movilizaciones que hemos llevado a cabo hasta el momento», comenta con el respaldo del colectivo.

Y es que a esta historia le quedan muchas páginas por escribir. Más allá de los tardíos posicionamientos políticos, con dos administraciones subrayando su oposición al proyecto pese a votar a favor en un principio, y a la espera de que el Gobierno de Canarias resuelva definitivamente el expediente el calendario del conflicto recuerda muchas iniciativas para concienciar a la población sobre los riesgos de la central térmica.

Por eso desde la plataforma habían avisado de que hasta que el conflicto no se resuelva ellos continuarán en la batalla. Y esta irrupción carnavalera valida esa filosofía. «Esta lucha no ha terminado, la regasificadora sigue hacia adelante. Se ha contactado con las partes interesadas para que aporten el cuarto informe de la expansión de partículas. Es como pedirles informes que les convengan para que se defiendan y puedan llevar a cabo esta instalación contaminante en la instalaciones del Puerto de La Luz», señala Martín.

Su protesta no tiene más ambiciones que la de dar a luz a esta reivindicación que nace en La Isleta pero que, como no se han cansado de repetir, implica a toda la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. En el camino ya se han vivido momentos más multitudinarios de protesta, como la gran cadena humana que recorrió la pasarela Onda Atlántica para escenificar el desagrado de gran parte de la población con un proyecto al que le encuentran muchos más inconvenientes que beneficios.

Ellas mismas lo recordaban mientras terminaban de decorar su carreta. «El carnaval también es reivindicación». Y aunque eso vaya quedando diluido entre el oropel y las escaletas televisivas siempre la libertad que queda en los bordes de la organización de la fiesta abre espacio para los mensajes y la conciencia.

En el anhelo está robar algún minuto televisivo en el que su protesta pueda verse amplificada por el resto del archipiélago, en uno de los eventos con mayor capacidad de movilización popular de los que alberga la Fiesta de Interés Turístico Internacional.

En concreto, la plataforma, en la que se agrupan diversos colectivos sociales, vecinales y ecologistas, quiere poner de relieve que la construcción de una planta de almacenamiento de gas licuado, regasificación y generación de energía eléctrica de 70mw en el Puerto de La luz, a poco más de un kilómetro de La Isleta, tiene graves perjuicios contra la salud de la población local.

Ese hecho ha sido siempre remarcado por María Luisa Pita Toledo, durante más de tres décadas jefa de servicio del Servicio Canario de Salud, y ahora, además de una de las constructoras de la carreta, portavoz de los que luchan contra el proyecto.

En su manifiesto original, la plataforma señala que «a partir de la combustión de gas natural fósil que intenta promover Totisa, va a emitir a la atmósfera a través de cuatro chimeneas de 25 metros de altura, equivalente a un edificio de ocho plantas, grandes cantidades de metano, óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono, partículas, compuestos orgánicos volátiles e hidrocarburos aromáticos policíclicos, durante las 24 horas del día, los 365 días del año, que los vientos dominantes de componente norte van a dirigir hacia la ciudad, con el consiguiente riesgo para la salud de la población de Las Palmas de Gran Canaria».

Por eso utilizan todas las herramientas posibles para lanzar su mensaje. Y la llegada de la gran cabalgata del carnaval de Las Palmas de GranCanaria les parece un momento idóneo para trasladar más allá de las mentes concienciadas su lucha.

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