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Los primeros huevos detectados el pasado mes de febrero en una de las ocho microislas instaladas en balsas y embalses de Gran Canaria han eclosionado y traído al mundo a varias crías de focha o gallineta común, la especie que nidificó en esa isla artificial con vegetación nativa y dotada de una cámara.
Las fochas nacieron en la microisla de la finca de Osorio, la primera que se puso, en el año 2023, en espacios húmedos de la isla y que ha servido para experimentar la eficacia del diseño, los materiales y las soluciones constructivas empleados en su confección por los promotores de esta iniciativa, la Asociación Fénix Canarias. Fue gracias a las convocatorias de Medio Ambiente de Caixabank y La Caja de Canarias.
Fénix Canarias ha ido mejorando el proceso de naturalización de estas islas artificiales y aprendiendo sobre el comportamiento de las aves que las visitan y trabaja conjuntamente con la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo para seguir perfecionando las microislas y proceder a la ampliación de los espacios en los que se han instalado.
El objetivo de esta asociación sigue siendo el mismo: lograr que el ahogamiento de la avifauna deje de ser un problema en el menor plazo posible y dar a las aves nativas entornos seguros donde nidificar y criar. «Por ahora parece que vamos por el buen camino», declara uno de sus responsables, Juan Guzmán.
Las microislas están colocadas en espacios como Osorio, Inagua, el Jardín Canario y embalses del Consejo Insular de Aguas y el objetivo es poner al menos una en cada sitio en que sea preciso.
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