Recetas de Halloween para hacer con niños

Tres consejos para meternos en la cocina con niños y que salga bien

Desde el plano de vista nutricional, además, es un escenario perfecto para enseñarles a comer de manera saludable. Y para que aprecien la cantidad de ingredientes y preparaciones que existen. Así que estas fechas son perfectas para poner en práctica este consejo. Eso sí, hay tres reglas básicas que debemos tener en cuenta para que la experiencia salga bien para ellos y para nosotros, los adultos.

A los niños hay que darles tareas acordes con su edad. Y a la hora de meterlos en la cocina debemos evaluar qué pueden hacer y qué no. Cortar y manejar el fuego no es una de ellas. Y mucho menos sin una supervisión estricta. En cambio, «pueden hacer muchas cosas sencillas y en frío», advierte la dietista-nutricionista Miriam Latorre. De ahí que hayamos seleccionado unas recetas tan sencillas. Cortar es peligroso, pero extender productos, poner decoración, amasar, batir... son cosas que sí pueden hacer. Y poco a poco podemos ir dejando más tareas en sus manos si les vemos preparados.

Tu cocina no es la de un restaurante. Así que si quieres preparar algo con los peques no ten pongas exquisito. Les encanta trabajar con las manos, así que aunque se pueda hacer con cubiertos o utensilios, déjales que se manchen. Eso sí, no es un restaurante, pero sí hay que ser limpios: incúlcales la necesidad de tener las manos limpias y de recoger lo que ensucien. Ojo si manipuláis carnes o pescados, ahí sí que hay que extremar precauciones ante el peligro de la contaminación cruzada. Y si estáis cocinando para una fiesta con amigos de cole y hay algún alérgico a determinado alimento o algún celiaco, vigila todo este trabajo manual. También es un buen momento para enseñarle qué significa no poder comer determinado alimento.

Más allá de que queramos hacer recetas saludables o no, si queremos familiarizar a los niños con los alimentos y con cocinar hay que entender que es mejor hacerlo en un ambiente lúdico. De hecho, los orientadores saben que jugando aprenden mucho mejor y más rápido. Con esto qué queremos decir. Que no trates de evangelizar como si estuvieras ante un adulto. Diviérteles. Si no les gusta hacer un cocido, no les obligues, para ellos es más divertido, por ejemplo, empanar. «Pueden hacer sus propias piruletas de fruta crujientes aplastando unos copos de maíz de desayuno en una taza, batiendo un yogur para dejarlo más líquido, ensartando trozos de fruta en una banderilla y pasando la banderilla por el yogur y los cereales», recomiendan desde la Academia Española de Nutrición y Dietética.

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Otra receta infalible es hacer pizza, al modo tradicional o utilizando coliflor rallada como base. También les encantan las comidas de colorines. Además de aprovechar la variedad que tenemos, podemos usar la lombarda, la remolacha y la cúrcuma para teñir masas, tortillas francesa, etc. Lo pueden hacer ellos sin ningún problema. Les parecerá que hacen magia.