Reducen de 29 a 8 años la prisión para acusados de robar y retener a una discapacitada

La Fiscalía de Santa Cruz de Tenerife ha accedido, en la vista oral celebrada este lunes en la Audiencia Provincial, a reducir de 29 a 8 años y 8 meses la pena de cárcel a cuatro varones acusados de robo con violencia en casa habitada, detención ilegal y lesiones leves, de lo que fue objeto una discapacitada de avanzada edad.

El Ministerio Público y los abogados de los representados también aceptan el pago de 10.066 euros de indemnización y mantenerse alejados 500 metros de la víctima durante 5 años. Las penas son de dos años y medio para dos acusados, dos años y tres meses para otro y un año y tres meses para el cuarto.

En esta rebaja significativa de las penas se ha tenido en cuenta el atenuante de reparación del daño, al haber depositado parte del dinero exigido y las dilaciones indebidas.

El juez aceptó que ninguno de ellos vuelva a prisión siempre y cuando no delincan en el plazo de 4 años en el caso de uno de ellos y de 3 para el resto.

El magistrado llamó la atención sobre el acuerdo alcanzado, que rebaja de forma importante lo solicitado por la Fiscalía y acusación particular, pese a la alarma social que causó la noticia.

Con esta sentencia de conformidad los cuatro condenados aceptan haberse puesto de acuerdo para llevar a cabo el robo de dinero y cocaína recurriendo a la violencia física o intimidación psíquica, después de recibir información de que la droga se encontraba en la vivienda de la víctima.

Tres de los acusados entraron por el portal del edificio a través de dos puertas que dejaron abiertas con una piedra, y accedieron con una tarjeta plástica a la casa donde dormía la denunciante, una pensionista con una discapacidad del 60%.

El más corpulento de los acusados, que llevaba tapado su rostro, la amordazó con cinta aislante, rodeando su cabeza, mientras que otro la inmovilizó pies y manos y el tercero le reclamaba de forma violenta y continuos zarandeos que le entregará el dinero y la droga.

El hombre llegó a amenazarla con matarla y a la vez le aseguraba que sabía que tenía un zulo, mientras que los restantes revolvían la casa durante unos 25 minutos y otros 15 más permanecieron recorriendo el edificio.

La víctima, aprovechando que se habían marchado los intrusos, que estaban flojas las bridas de las manos y tenía una tijera a mano en la mesa de noche, tras esperar unos minutos a no oír ruido consiguió soltarse e ir a la puerta de su domicilio, que estaba abierta.

A continuación la cerró con llave y llamó con su teléfono móvil a la Policía pero, antes de la llegada de los agentes, los acusados intentaron nuevamente entrar en la vivienda, no consiguiéndolo al estar cerrada la puerta.

Cuando los tres acusados mencionados iban a salir del edificio se personaron en el lugar varios agentes, quienes detuvieron inicialmente a dos de los intrusos y, al comunicar la mujer que faltaba un tercero, revisaron el edificio y lo localizaron.

Otro tanto ocurrió con el cuarto, que se encontraba en las inmediaciones realizando funciones de vigilancia y al que se le identificaron once llamadas y recibido una de la novia uno de los detenidos que fue inicialmente imputada pero luego quedó libre.

A causa de todo lo ocurrido, la víctima sufrió un esguince cervical que agudizó una anterior cervicalgia que tardó 25 días en estabilizarse, y por ello pide que se le indemnice.

La Fiscalía considera agravantes que los procesados utilizaron ropa oscuras, taparon su rostro y también que usaron su superioridad física sobre una mujer de avanzada edad, siendo conscientes del daño que le podían causar.

A uno de los acusados le constan 13 condenas, a otro seis y uno más tenía antecedentes por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas.

Desde que fueron detenidos entraron en prisión provisional y luego quedaron en libertad provisional, hasta el juicio de este lunes.

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