«No queremos que se olvide a Manoli». Así se manifiesta Dayhara en pleno paseo de Arinaga, en la zona donde el pasado 23 de junio se perdió el rastro de Manuela Gil de León, su suegra Manoli, de 75 años.
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Esa noche Manoli fue a darse el tradicional chapuzón de la víspera de San Juan, como otras muchas personas en la popular playa de Agüimes.
«Mi suegra debió entrar al mar por aquí, por la rampa, o por las escaleras a darse el baño de San Juan, como hacía todos los años, pero ya nos han confirmado que en esta zona no está», señaló en la mañana de este domingo Dayhara. Mientras ella hablaba desde la desazón que vive toda la familia, alrededor cientos de personas disfrutaban de una mañana de playa, con una agradable brisa marina que hacía más llevadero el sol reinante.
En horas de la tarde, un perro adiestrado se sumó a las labores de rastreo en la playa de Arinaga.
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A la espera de alguna pista sobre el paradero, la nuera de Dayhara quiere dejar constancia del agradecimiento a cuantos han participado en las labores de búsqueda y en especial a todos los voluntarios que mantienen vivo ese rastreo.
«Pido a todo el mundo que tenga fotos, vídeos, que da igual que crean que no es nada», agrega Dayhara. «Para nosotros puede ser muy útil ver a mi suegra en las imágenes. Por eso pedimos la colaboración de todo el mundo».
Respecto al operativo que se desplegó en los primeros días, la nuera de Manoli también tiene palabras de agradecimiento: «Se hizo una gran batida, con la Guardia Civil, los bomberos de Las Palmas de Gran Canaria, la Policía Local de Ingenio... un millón de gracias a todos los que han puesto su granito de arena». En ese inventario de agradecimientos, tiene un recuerdo especial para la sensibilidad de la concejala de Playas de Agüimes, así como la Policía Local del municipio.
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«Lo que nos ha fallado», puntualiza la nuera de Manoli, «es el apoyo psicológico, que la familia no ha recibido. Lo hemos pedido pero no ha llegado».
Aquella noche del 23 de junio Manoli salió de casa con las llaves del domicilio y las cholas de playa para darse un baño. Dejó las luces de casa encendidas y a su madre, una mujer dependiente con la que convive, tumbada en la cama, lo que indica sus intenciones de volver a la vivienda, según su familia.
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