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«No planeé ir a visitar al Rubio a su casa. Me dejé llevar por el miedo y la incertidumbre y me planté allí». Ithaisa Suárez, madre de Yéremi Vargas, aclara este lunes qué le llevó a enfrentarse con el único sospechoso de la desaparición de su hijo, Antonio Ojeda Bordón, alias el Rubio, después de que CANARIAS7 publicara las imágenes de ese encuentro en exclusiva. Han pasado 17 años desde la última vez que vio a su hijo y esta madre sólo quiere saber dónde está y que fue lo que pasó ese 10 de marzo de 2007.
Ithaisa siempre ha estado segura de que El Rubio, investigado por la muerte del joven, participó en ella y sigue luchando junto a su abogado Marcos García Montes en sentarlo en el banquillo. Es por eso que, al salir de su trabajo fue a su casa la pasada semana, en la capital grancanaria, e intentó sacarle información «sobre la coloración azulada que padecía el niño y que nunca salió a la luz, solo porque este señor se lo confesó a otro preso mientras estaba en la cárcel», aclara en una entrevista con CANARIAS7 tras el encuentro con el Rubio.
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En el momento de llegar al portal de la pensión donde vive el sospechoso, Ithaisa asegura que «no fuerzo ninguna puerta, solo pregunto por Antonio, me abren y es cuando entro al edificio. Allí él me ve, corre y se encierra en su habitación». Después de varios minutos tocando en la puerta donde se encerró El Rubio, Ithaisa le dijo que venía «en son de paz» y explica que «en ningún momento le amenacé, ni le pegué, solo quería llegar a un acuerdo con él para que me diga dónde está mi hijo».
Tras varios intentos tocando a su puerta para que saliera de su escondite, esta madre dice que Ojeda «salió de la habitación bastante alterado» y le sorprende que la gente diga que está decaido porque su impresión fue la contraria: «Vi que era una persona bastante ágil, que se mueve bien y que tiene buen fondo físico. Puede que esté más delgado pero después de hacer lo que hiciera con Yéremi, este hombre cogió a otro niño que pudo escapar», resalta.
17 años sin lograr justicia más las incógnitas sin responder del caso llevaron a esta madre «desesperada» a plantarse en la casa del eterno sospechoso del caso Yéremi: «Quería preguntarle si se lo llevó, a dónde se lo llevó, dónde está y qué hizo con él», pero aclara que lo hizo con «mucha prudencia», acordándose de que tiene «tres hijos más» que están a su cargo y que «nunca haría nada que pueda perjudicar el que ellos puedan quedarse sin su madre».
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La vuelta a su casa puede que fuera más larga de lo normal. Suárez explica que llegó a su hogar «como siempre», sin contarle a nadie de su entorno lo que había hecho y fue más tarde cuando se dio cuenta de que su visita iba a tener consecuencias: «Empezaron a llegarme mensajes de que había vídeos míos frente al Rubio y ahí me di cuenta de que todo el mundo podía enterarse y yo no sabía si contarlo. Solo me bloqueé, pero nos ha venido bien».
Ithaisa confiesa que en el momento en el que se empezaron a viralizar las imágenes se asustó y solo pensaba en qué dirían «mis padres y mis hijos, pero ellos me apoyaron». También le sorprendió la «rapidez» con la que le llegaron los vídeos a su hermana, que reside en Madrid a la que solo pudo confirmarle lo que había hecho.
La desesperación y las incógnitas que rodean al caso llevaron a Ithaisa a tomar una decisión de la que se muestra conforme: «Yo no iba a ir a matarlo, pero no tengo ninguna órden de alejamiento contra él, solo pensé que podía hacer algo más y eso fue lo que hice», concluye.
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