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La Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria ha investigado a una mujer de 37 años a quien se atribuyen numerosos delitos de maltrato animal tras hallar 24 gatos en mal estado de salud y con signos de abandono de los cuidados habitando en una vivienda que presentaba «unas pésimas condiciones higiénico-sanitarias», según han informado en comunicado de prensa los agentes.
«Decenas de miles de cucarachas, desechos tirado por el suelo y un olor nauseabundo hicieron que la propietaria de una vivienda en el barrio capitalino de San Lorenzo no pudiera ni siquiera acceder al inmueble tras conseguir que su inquilina lo abandonara a través de un desahucio judicial, teniendo que retirar también a los 28 gatos y cinco perros con los que convivía«, señala la Policía Local en la nota.
La Policía Local, que había participado en el alzamiento judicial, tuvo conocimiento de que en el interior de la vivienda, durante las labores de limpieza se hallaron dos gatos sin vida que se encontraban en un avanzado estado de descomposición.
Al mismo tiempo, todas las personas que habían acogido a los gatos que se encontraban en dicha vivienda «se escandalizaron ante el estado grave de desnutrición, deshidratación y enfermedades que presentaban todos ellos debido al abandono de sus cuidados básicos«, señala la nota.
Ante esta situación, el Grupo Ambiental de la UMEC de la Policía Local abrió un atestado para dar inicio a una compleja investigación, retirando los dos gatos muertos para la práctica de una necropsia que aclarara la causa de la muerte, y consiguiendo reunir a todos los animales afectados, un total de 28 gatos y 5 perros, para valorar su estado de salud.
Los informes veterinarios recabados por la policía señalaron el mal estado de salud de al menos 17 de los gatos, falleciendo finalmente uno de ellos debido a las enfermedades que padecía y sumando junto a los otros dos gatos hallados muertos y putrefactos en la vivienda, un total de 3 animales fallecidos.
Según los informes facultativos, muchos de los gatos padecían «hambre crónica y una sed insaciable» además de «enfermedades infectocontagiosas que no han sido tratadas y que han sido manejadas de forma negligente», ya que la propia tenencia de estos animales en un mismo espacio pudo producir los contagios masivos.
La mujer investigada, que además resultaba ser miembro de una asociación protectora de animales, ha sido llamada a declarar por la Policía Local y deberá afrontar una posible acusación por diversos delitos de maltrato animal por omisión de los cuidados básicos, castigados cada uno de ellos con penas de hasta un año y medio de prisión en el caso de sufrir lesiones o de dos años de prisión en el caso de haberse ocasionado la muerte del animal, además de una inhabilitación para la tenencia de animales por un periodo de hasta cuatro años.
La Policía Local avanzó la investigación en comunicación con la Fiscalía Provincial de Medioambiente, quien continuará ahora las diligencias investigatorias para valorar la existencia de responsabilidad penal.
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