La menor: «Me tocó y quiso que le tocara yo a él»

El representante del Ministerio Público fue contundente al afirmar en su informe que «solo podemos calificar estos hechos de delictivos y de enorme gravedad», destacó, argumentando que en el procedimiento «han estado trabajando otros dos compañeros fiscales y los tres coincidimos en que había elementos suficientes para acusar al procesado al considerar probados hechos contundentes», reflejó García Cabañas.

La menor, que no acudió a la vista oral ya que se utilizó su testimonio en la prueba preconstituida, manifestó en la misma que su abuelo se había «pasado con ella tocándome» sus genitales y detalló que esto solo ocurrió en una ocasión mientras estaba viendo la televisión en casa del procesado y el resto de miembros de la familia que se encontraban en la vivienda dormían la siesta: «Yo le decía que no», recordó la víctima, que manifestó que «estaba en el sillón acostada después de haber almorzado y tenía un pijama puesto. Entonces vino mi abuelo y me empezó a hacer unas cosquillas –en los genitales– por fuera primero y luego por dentro del pantalón y las bragas. Él me tocó y quiso que yo le tocara a él su cuca pero yo no quise», manifestó la menor en la prueba preconstituida que visionó ayer el Tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial durante la vista oral.

Estos hechos los negó rotundamente el acusado que, en su declaración, admitió que llegó a tocar las partes íntimas de la menor pero siempre fue por fuera del pantalón, a modo de juego y sin ninguna intención de carácter sexual: «Jamás se me hubiera pasado por la cabeza», manifestó el encausado.

Este caso fue puesto en conocimiento de las autoridades después de que la menor se lo contase a su hermana: «La primera persona a la que le conté lo que pasó fue a mi hermana cuando estábamos en la habitación. Le conté el problema con mi abuelo y le dije que solo había pasado una vez», se escuchó en la sala en boca de la víctima.

En la vista oral de ayer también declaró la madre de la víctima, que relató cómo se enteró de los presuntos hechos: «Nuestra relación con mi suegro era normal y es cierto que, de todas mis hijas, la que más tiempo estaba con él era la denunciante. De todo me enteré por medio de mi otra hija, que me contó que la menor le había dicho que su abuelo le había tocado sus partes íntimas», relató. «Me dijo que le hizo cosquillas y que su abuelo le había dicho que, como él se lo hizo a ella, ahora ella tenía que hacérselo a él y que no podía contar nada a nadie de lo ocurrido porque si no, se iba a enfadar mucho», manifestó al tribunal. «Cuando me enteré me quedé impactada», dijo.

El abogado de la defensa manifestó en su informe final que los hechos que relató el fiscal carecían de consistencia y añadió que quedó demostrado durante la práctica de la prueba la gran cantidad de contradicciones ofrecidas por la víctima y los testigos.

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