Balance climático

El sexto invierno más cálido de Canarias da paso a un inicio de primavera entre borrascas

Canarias despide un invierno meteorológico —período que comprende desde el 1 de diciembre de 2024 hasta el 28 de febrero de 2025— muy cálido y muy seco, que dará paso a un inicio de primavera entre borrascas. Estos fenómenos tendrán mayor impacto en la península Ibérica y en Europa, llegando al archipiélago más debilitados, de acuerdo con los modelos analizados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

«Lo que llama la atención es que continúa esa persistencia de borrascas; lo habitual es que en las islas tengamos una persistencia anticiclónica, con ese anticiclón de las Azores», matizó este viernes el delegado de la Aemet en Canarias, David Suárez, en la presentación del balance climático del invierno y la predicción estacional para la primavera, en la que estuvo presente el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, y que tuvo lugar en la sede de este organismo de la capital grancanaria.

Suárez desveló en su intervención que este invierno es el sexto más cálido desde que hay registros, el año 1961. Tanto es así que el conjunto del archipiélago experimentó una temperatura media de 16 grados, lo que supone una anomalía de 0,8º.

La lluvia también escaseó en las islas durante la estación invernal. En concreto, se acumularon 62,2 litros por metro cuadrado en 24 horas, esto es el 48% de lo que se esperaba, por lo que se trata del décimo invierno más seco desde el 61.

Los episodios de calor más intensos se remontan a los días 13, 16 y 17 de diciembre, cuando la anomalía alcanzó su pico: 5º en toda Canarias. Suárez atribuyó este incremento a la «situación típica» que se da en el archipiélago, de entrada de calima por un lado y, por otro, la llegada de una dana (depresión aislada a niveles altos) o borrasca a la zona noroeste de las islas. Este fue el episodio de calima más significativo del trimestre.

Lo cierto es que tanto diciembre de 2024 como el pasado enero fueron más cálidos de lo normal, con una anomalía de 0,9º. En febrero, si bien, la temperatura estuvo más próxima a la habitual, con una anomalía de 0,5º.

La temperatura más baja a lo largo del invierno meteorológico se regristó, como suele ser común, en La Cañadas del Teide: -3,6º. La más alta también se sintió en Tenerife, pero esta vez en el municipio de Puerto de la Cruz, el 16 de diciembre: 31,6º. «Llama la atención que todas las islas, excepto Lanzarote y Fuerteventura, presentaron máximas por encima de los 30º», puntualizó el delegado de la Aemet. Diciembre dejó una temperatura media de 16,8º.

Enero también fue un mes muy cálido. La temperatura más baja erizó la piel en Las Cañadas del Teide, con -1,4º, y la más alta la hizo sudar en Tejeda, aunque ya por debajo de los 30º, con 27,3º.

En cuanto al mes de febrero, la temperatura media se situó en 15,4º, siendo la mínima de -3º en cumbres de Tenerife y la máxima de 26,6º en la estación meteorológica grancanaria de Tasarte. Cabe destacar que el mes de febrero de 2024 «fue el más cálido de toda la serie, con una anomalía casi de 3º», tal y como recordó Suárez. Un aspecto destacable con respecto al segundo mes del año es que no se dieron episodios de calima significativos.

«Desde el punto de vista de la precipitación, hemos cerrado un invierno en Canarias que ha sido muy seco. Ha llovido prácticamente la mitad de lo que tenía que haber llovido», sintetizó el experto.

Los episodios que han regado más las islas corresponden a una dana situada al oeste de Canarias en diciembre, que dejó las precipitaciones más copiosas en La Palma (82,4 litros por metro cuadrado en 24 horas), y al paso de la borrasca Dorotea ese mismo mes, que, si bien, tuvo más impacto de viento.

Suárez señaló que se puede hablar de sequía a largo plazo en Canarias, en un período de 24 meses, si se tiene en cuenta el índice SPI. En cuanto al número de rayos, las islas registraron 2.600 en todo el período, «un poquito por encima de la media», y disfrutaron de 700 horas de sol, aproximadamente. Con respecto a la temperatura superficial del mar, se situó en 0,75º por encima del valor habitual.

El delegado de la Aemet aclaró que los datos de las precipitaciones que inundaron hace tan solo unos días Telde corresponden al mes de marzo y, por tanto, se estudiarán en el balance climático de la primavera. Para la estación de las flores no solo se espera un inicio marcado por las borrascas, especialmente para la mitad que queda de marzo y la primera semana de abril, sino que también una ligera anomalía en las temperaturas de entre 0,5º y 1º. En lo que respecta a las lluvias, se espera que sean las habituales en este período.

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