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Viernes, 31 de enero 2025, 23:44
Ignacio Peguero es Cirujano Maxilofacial en el Hospital Perpetuo Socorro (HPS). Con una destacada formación académica y amplia experiencia en hospitales de España y el extranjero, aborda la cirugía ortognática: un procedimiento diseñado para corregir las malformaciones provocadas por la discrepancia entre el maxilar y la mandíbula, que afectan tanto la mordida como la estética facial.
-¿Qué es la cirugía ortognática? ¿En qué consiste?
La cirugía ortognática tiene como objetivo corregir las malformaciones orodentofaciales, es decir, aquellas discrepancias entre el maxilar y la mandíbula que afectan la funcionalidad de la mordida o la estética facial.
Es una intervención compleja que requiere una planificación previa exhaustiva. En primer lugar, se realiza un tratamiento de ortodoncia para preparar las arcadas dentales, lo cual suele durar entre doce y dieciocho meses. Posteriormente, se procede a la intervención quirúrgica. Esta consiste en realizar un corte horizontal en el hueso maxilar, además de un corte en la línea media para dividirlo en dos porciones que se pueden ajustar según las necesidades del paciente. También se efectúan dos cortes en ambas ramas de la mandíbula. Una vez realizadas estas modificaciones, utilizamos férulas para encajar las piezas óseas en la posición más adecuada. El objetivo final es lograr una oclusión perfecta entre las arcadas dentales y una armonía estética tanto en el maxilar como en la mandíbula.
En HPS contamos con una avanzada planificación intraoperatoria. Durante la cirugía, disponemos de pantallas en el quirófano que nos permiten visualizar constantemente las radiografías y los TACs preoperatorios del paciente, garantizando máxima precisión en cada paso del procedimiento.
-¿Cuáles son los problemas dentales o faciales que puede corregir la cirugía ortognática?
La cirugía está diseñada para corregir diversas anomalías dentofaciales. Por ejemplo, cuando un paciente tiene una mandíbula más grande de lo que corresponde al tamaño de su maxilar, lo que conocemos como prognatismo, o cuando ocurre lo contrario, y la mandíbula está retraída, una condición llamada retrognatia. También puede corregir casos en los que ambos huesos (maxilar y mandíbula) son más grandes o más pequeños de lo normal, generando desproporciones que afectan tanto la funcionalidad de la mordida como la estética facial.
-¿Cuánto tiempo dura la cirugía?
En nuestro caso, estas intervenciones suelen durar alrededor de 5 horas, aunque en casos más complejos el tiempo puede alargarse. Se trata de procedimientos técnicamente exigentes, realizados bajo anestesia general, que requieren un alto nivel de precisión.
-¿Cómo es la recuperación de esta intervención? ¿Y el seguimiento postoperatorio?
La recuperación tras una cirugía ortognática puede ser algo incómoda, especialmente durante las primeras semanas. Aunque el dolor no suele ser significativo, la inflamación es bastante llamativa, alcanzando su pico máximo alrededor del tercer día. Este periodo inicial puede resultar pesado para los pacientes, ya que la inflamación y las molestias dificultan las actividades cotidianas. Sin embargo, a partir del primer mes, la mayoría de los pacientes recuperan su vida normal.
Tras la cirugía, es imprescindible una baja laboral que suele durar entre 1 y 2 meses, dependiendo del tipo de trabajo. Durante los primeros días, el paciente permanece ingresado entre 24 y 48 horas para un control cercano de su evolución clínica. Después del alta hospitalaria, se realiza un seguimiento postoperatorio estrecho en consulta para garantizar una correcta recuperación.
En cuanto al proceso de rehabilitación, los pacientes suelen llevar ortodoncia durante 2 a 6 meses después de la intervención para ajustar los últimos detalles de la mordida. Este seguimiento asegura que, además de lograr una armonía en el esqueleto facial, se obtenga una oclusión dental perfecta. Además, se recomienda realizar ejercicios de rehabilitación mandibular a partir de las dos semanas para recuperar movilidad y funcionalidad más rápidamente.
-¿Qué tipo de resultados pueden esperar los pacientes después de la cirugía?
La cirugía ortognática es una de las más estéticas que existen, ya que no solo corrige la mordida, solucionando problemas funcionales importantes, sino que también genera un cambio estético muy llamativo. Los pacientes suelen notar una mejora significativa en su calidad de vida, especialmente en aspectos como la masticación, la articulación y la armonía facial, lo que hace que el resultado sea muy agradecido.
-¿Qué papel juega el ortodoncista en el proceso de cirugía ortognática?
El ortodoncista es clave en todo el proceso y trabaja mano a mano con el cirujano maxilofacial. Antes de la cirugía, prepara las arcadas dentales con ortodoncia para que encajen correctamente tras la intervención. Después, ajusta los últimos detalles para perfeccionar la mordida.
Esta colaboración estrecha es esencial para garantizar resultados funcionales y estéticos óptimos.
-¿Qué recomendación le daría a un paciente que tiene un problema de este tipo?
Lo principal es acudir a un cirujano maxilofacial para valorar si el caso requiere cirugía o si puede resolverse con alternativas menos invasivas, como la ortodoncia. En algunos casos, cuando el problema no es severo o el paciente no desea someterse a la intervención, se puede optar por camuflar la discrepancia con ortodoncia.
Sin embargo, en casos donde la cirugía es necesaria, esta suele ser la mejor solución para corregir tanto problemas funcionales como estéticos. Además, para pacientes que buscan únicamente mejorar aspectos estéticos menores, existen opciones como la mentoplastia o el afeitado mandibular, que también realizamos en HPS y que pueden ser una alternativa más sencilla al proceso completo de cirugía ortognática.
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