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Domingo, 23 de febrero 2025, 23:47
Las consultas externas de la Unidad de Rehabilitación Intervencionista de Hospital San José, están atendidas por un equipo altamente especializado en el diagnóstico y el tratamiento del dolor crónico. Se caracteriza por su enfoque integral, que combina diferentes terapias innovadoras para aliviar el dolor, mejorar la funcionalidad física y emocional, y ayudar a los pacientes a recuperar una vida plena.
Dolor crónico es aquel cuya duración es prolongada, mayor de 3 meses, con intensidad moderada o severa. Supera el tiempo normal de reparación de los tejidos, lo que indica que existe una enfermedad, lesión o inflamación crónica, y esto puede alterar o empeorar la percepción del dolor, pudiendo generar trastornos emocionales, ansiedad, depresión y trastornos del sueño.
No es un síntoma, sino una enfermedad que afecta a más del 40% de los mayores de 65 años, debido al envejecimiento natural y a la aparición de enfermedades degenerativas articulares, como la artrosis. En jóvenes, tiene que ver, principalmente, con patologías musculares y óseas, y con cefaleas y migrañas.
Más complejo que el dolor agudo, cuya duración es inferior a 3 meses y es una respuesta normal fisiológica y predecible del organismo ante una agresión, el dolor crónico requiere una evaluación personalizada y tratamiento especializado.
La percepción del dolor es subjetiva y puede producir más o menos sufrimiento según las circunstancias y experiencias previas del paciente, por lo que es muy diferente entre los niños, los adultos y las personas mayores.
Al ser el dolor muy personal y subjetivo, se necesitan unidades para medirlo y realizar su seguimiento, y para eso se usan las escalas del dolor como la escala visual analógica (EVA) y otras relacionadas. Además, el dolor genera una discapacidad en el trabajo y en la vida diaria, y esto puede medirse, también, con escalas sobre la discapacidad como la de Barthel y otras.
El dolor crónico puede no tener cura, debido a la enfermedad causante, pero sí puede llegar a aliviarse considerablemente (normalmente, más de un 30%); con ello, también, la calidad de vida diaria experimenta una notable mejoría. La localización más frecuente de este dolor se encuentra en la columna, la rodilla, la cadera y el hombro, y en el caso de cefaleas y migrañas, en la cabeza.
Los médicos rehabilitadores, Dra. Estela Martín y Dr. Eugenio Suárez, estudian el tipo de dolor, su duración, causa, intensidad y los problemas emocionales y de discapacidad que produce para, posteriormente, establecer un tratamiento individualizado y seguir su evolución.
La Unidad de Rehabilitación Intervencionista de Hospital San José aborda un abanico muy amplio de patologías con una alta tasa de éxito.
Dolor lumbar crónico: ciática, estenosis espinal y dolor postquirúrgico de espalda.
Dolor cervical crónico: cervicalgia y latigazo cervical.
Dolor neuropático: causado por daño a los nervios, como neuropatía diabética y síndrome del túnel carpiano.
Fibromialgia: trastorno caracterizado por dolor muscular generalizado, fatiga y sensibilidad en puntos específicos.
Dolor oncológico: asociado al cáncer y sus tratamientos.
Cefaleas crónicas: incluidas migrañas y dolores de cabeza tensionales.
Dolor articular crónico: artrosis y artritis reumatoide.
Dolor crónico de hombro y rodilla: son estas las articulaciones que más comúnmente desarrollan dolor.
Las técnicas de rehabilitación intervencionista, mínimamente invasivas, alivian el dolor durante meses, e incluso, años. Estas terapias personalizadas reducen, en muchos casos, la necesidad de analgésicos.
Escalera analgésica. El tratamiento del dolor sigue un esquema escalonado. Se inicia con analgésicos como paracetamol o ibuprofeno. Si alcanzan su «techo terapéutico», se sube al siguiente nivel con opioides menores como tramadol o codeína. Si estos no controlan el dolor, se pasa a opioides mayores como morfina o fentanilo. También, pueden añadirse fármacos coadyuvantes.
Técnicas mínimamente invasivas. Se trata de una alternativa dirigida directamente a la fuente del dolor, sin los efectos secundarios de los analgésicos sistémicos y con capacidad para evitar o retrasar intervenciones quirúrgicas. Entre estas técnicas, destacan por su eficacia los bloqueos nerviosos; la estimulación eléctrica transcutánea (TENS); las infiltraciones articulares y musculares; las infiltraciones tendinosas y de partes blandas; las infiltraciones con toxina botulínica y ácido hialurónico, además de la fisioterapia y rehabilitación.
CONTACTO
Hospital San José (HSJ). C/ Padre Cueto, 26 - Las Palmas G.C.
928 263 708/720 - www.hospitalsanjose.es - Instagram - Facebook
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