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La sanidad pública canaria dispondrá en 2025 de 4.589 millones euros, un 5,04% más que el año pasado. «El cálculo de ingresos es realista y prudente y se contempla el gasto real, además consolida al Servicio Canario de la Salud (SCS) como el organismo del Gobierno autónomo de mayor envergadura», indicó ayer la consejera canaria de Sanidad, Esther Monzón, durante la presentación en el Parlamento de Canarias de las cuentas de su área para 2025.
«Estos presupuestos son una apuesta responsable por mejorar la atención de los pacientes y consolidar los recursos humanos», subrayó Monzón.
La consejera resaltó que el 95,8% del presupuesto del SCS se destina a la asistencia sanitaria, con unos 2.963 millones para la atención hospitalaria, 120 millones y otros 1.434 millones para Atención Primaria, que aumenta su partida en 82 millones.
El Plan Activa, dirigido a reducir las listas de espera, contará con una partida específica de 26 millones. Otras actuaciones reseñadas por la consejera fueron el programa para reforzar la Atención Primaria +AP, dotado de 12 millones, el plan para el abordaje de la cronicidad, con 5 millones, o el de las mejoras de las Urgencias, con 11,5 millones. Además, la estrategia contra la obesidad infantil se ha dotado de 200.000 euros.
A juicio del portavoz del PSOE en la comisión, Miguel Ángel Pérez del Pino, estas cuentas carecen de transparencia. De hecho, acusó a Monzón de ejercer su cargo de espaldas al Parlamento.
Además, señaló que las nuevas direcciones generales de Cronicidad, Adicciones y Salud Mental «son direcciones floreros» con unos presupuestos de 132.000 euros, respectivamente, que solo sirven para cubrir los salarios de sus altos cargos.
También echó en falta partidas para cubrir los compromisos adquiridos a través de proposiciones no de ley como el aumento de fisioterapeutas, el inicio del cribado de pulmón o para la contratación de psicólogos.
Por su lado, desde Nueva Canarias, Yone Xarach Caraballo, dijo que de nada sirve aumentar los fondos si no se mejora la gestión. «Se equivocan si creen que los problemas se solucionarán alimentando al monstruo insaciable del SCS», dijo Caraballo que destacó la reducción presupuestaria del plan contra la obesidad infantil, del programa +AP y de la inversión en investigación.
Una lectura muy distinta la hizo Rebeca Paniagua, del PP, que entiende que los presupuestos responden a la voluntad de afianzar los servicios públicos.
José Alberto Díaz-Estébanez, del grupo Nacionalista (CC), reconoció que el presupuesto nunca será insuficiente porque siempre hay necesidades nuevas, otras instalaciones y más contrataciones de personal, y consideró «valiente y realista» el de la Consejería de Sanidad. Jesús Ramos, de la Agrupación Socialista Gomera (ASG), opinó que en el Gobierno regional apuesta de forma decidida por la sanidad en las islas no capitalinas con un presupuesto «real».
El diputado de Vox Nicasio Galván reiteró las críticas a la Agenda 2030 y apostó por la hospitalización a domicilio para ahorrar costes y porque el paciente se siente mejor, y por escuchar a los profesionales para ahorrar dinero.
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