Multas por no poder ir al baño en el campo

La campaña de recogida de aceituna en Castilla-La Mancha está deparando sorpresas desagradables en forma de multas a los agricultores. El motivo es que no han instalado aseos portátiles para que ellos y los temporeros a los que contratan puedan hacer sus necesidades con cierta privacidad.

Son inspectores de trabajo quienes formulan estas denuncias y proponen una sanción en sus visitas a las fincas. Multas que han encendido los ánimos de las organizaciones agrarias, ya bastante enfadadas con la bajada del precio de la aceituna en origen, algo que apenas percibe el consumidor final cuando compra una botella de aceite en la tienda o el supermercado.

Una de estas organizaciones agrarias, Unión de Uniones, califica de «increíble» que el motivo de estas sanciones sea la inexistencia de servicios. En un comunicado, esta organización recuerda que el campesino siempre ha tenido la opción de acercarse a un olivar o a un matorral «para cumplir con la llamada de la naturaleza». En tono irónico, Unión de Uniones apunta que estos inspectores de trabajo, a los que denomina «Brigada Dodotis», deberán de llevar pañales «para, en caso de sentir una necesidad, suplir la falta de esos servicios portátiles que tampoco los acompañan».

«La situación supera el absurdo y se convierte en un esperpento y en una astracanada porque lo que piden los inspectores de trabajo viene a ser algo así como exigirle a la brigada que arregla una línea de alta tensión que porten un servicio o al Grupo de Alta Montaña de la Guardia Civil o al SEPRONA que en sus salidas transporten un baño móvil».

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Ante esta situación, Unión de Uniones ha pedido a la Inspección de Trabajo que recapacite y suspenda estas conductas inspectoras que están generando intranquilidad y tensión en el campo.