Una jueza de Barcelona ha avalado la eutanasia solicitada por Noelia, una joven de 24 años que sufre paraplejia y dolor crónico. Su padre, representado ... por Abogados Cristianos, intentó impedir la eutanasia de su hija a través de los tribunales.
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La sentencia dada a conocer este lunes por un juzgado contencioso administrativo de Barcelona, tras el juicio celebrado el pasado 4 de marzo, «inadmite» el recurso presentado por el padre contra la resolución de la Comisión de garantía y evaluación de Cataluña, el organismo de la Generalitat facultado para autorizar las peticiones de muerte digna, que emitió un informe favorable a la aplicación de la eutanasia. El proceso solicitado por la joven, por tanto, ha recibido el aval de la justicia, en contra del criterio del padre. La Fiscalía, durante el juicio, también dio la razón a la paciente.
La eutanasia de la solicitante se fijó para el pasado 2 de agosto. Un recurso del padre logró paralizarla in extremis, ante el riesgo de que el perjuicio fuera «irreparable». El padre ya lo había intentado previamente a través de una denuncia en un juzgado de guardia. El caso llegó a juicio, el primero en España por una muerte digna. Y la jueza Irene Urbón ha dado la razón a la joven, contra el criterio de su padre, y ha autorizado el proceso de muerte asistida.
La sentencia, no obstante, no es firme, al caber contra ella un recurso de apelación, ante la sala contenciosa administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, en un plazo máximo de quince días, según recoge el fallo judicial. Si no hay recurso estos próximos días, la eutanasia podría aplicarse de inmediato.
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La joven sufre paraplejia, causada por un intento de suicidio, en 2022. Tiene graves secuelas permanentes e irreversibles y en abril de 2024 solicitó una muerte asistida. Se trata de una «lesión de la médula espinal lumbar incurable y no rehabilitable, que provoca un dolor neuropático de difícil manejo, doble incontinencia, con dependencia en mayor o menor medida de las actividades de la vida diaria», según el informe de la médico responsable, incluido en la sentencia.
La sentencia señala que «todos los profesionales que han intervenido en el proceso coinciden en afirmar que sufre un padecimiento grave, crónico e imposibilitante, sin que se haya practicado ninguna prueba contraria, por lo que se considera acreditado el cumplimiento de los requisitos previstos» para el proceso de solicitud de una muerte asistida. El fallo recoge el testimonio que la joven, ingresada en el Hospital Residencial Sant Camil, de Sant Pere de Ribes, ofreció en el juicio: «Declaró que todos los días son horribles y dolorosos. Que si bien tiene momentos buenos, los días se le hacen eternos y los dolores cada vez van a peor». Los médicos certificaron que mantiene sus facultades mentales intactas.
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Según el padre, no reúne las condiciones cognitivas para decidir sobre su vida.
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