Un joven mata a puñaladas a su tío en Valencia tras una discusión por la herencia

El homicida y la víctima tenían previsto entrar en un despacho de abogados para firmar un documento de cesión de bienes. El joven y su tío habían discutido el día anterior, al parecer, porque el primero no estaba de acuerdo con el reparto de la herencia.

A pesar de las discrepancias, el hombre de 64 años y su sobrino habían quedado este martes por la tarde para solventar el asunto en una segunda reunión con el letrado, pero el joven acudió a la cita con un cuchillo escondido entre sus ropas y asestó cinco o seis puñaladas a la víctima de forma sorpresiva, según un testigo.

Tras recibir el aviso del violento suceso, varias patrullas de la Policía Local y Policía Nacional han acudido con urgencia al cruce de las calles Marvá y Albacete. Según los testigos, un joven ha asestado varias cuchilladas a la víctima en la acera tras una discusión y luego ha salido corriendo.

El homicida ha sido detenido poco después cerca de la escena del crimen por un policía local. El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional se ha hecho cargo de las investigaciones. Un equipo de Policía Científica se ha desplazado a la calle Albacete para realizar la correspondiente inspección.

El suceso ha causado un gran revuelo en la zona al coincidir con la salida de los alumnos de un colegio cercano. Los padres de los niños han dado un rodeo con sus hijos para que no vieran la sangrienta escena.

Un reguero de sangre de la víctima indica el lugar donde se ha registrado el brutal apuñalamiento en la acera de la calle Albacete. Un grupo de vecinos, entre los que se encontraba un profesor del colegio de los Agustinos, intentó retener al agresor y lo rodeó para que no pudiera escapar.

Cuando llegó la primera patrulla de la Policía Local, el joven todavía llevaba el cuchillo en la mano. Un agente encañonó con su pistola al individuo y le gritó que soltara el arma blanca, levantara las manos y se tirara al suelo, y el homicida le hizo caso. Fueron momentos de gran tensión y nerviosismo en los que el policía controló la situación y detuvo al agresor, que no ofreció resistencia, con la ayuda de tres hombres que se acercaron al vehículo policial.

Las empleadas de una tienda de la calle Albacete relatan el horror que presenciaron: «Hemos oído gritos y luego hemos visto a la víctima con el cuchillo clavado en el costado», afirma la testigo.

Una enfermera que se encontraba por la zona intentó reanimar a la víctima, pero ya se encontraba en parada cardiorrespiratoria. La sanitaria y un equipo del Servicio de Ayuda Médica Urgente (SAMU), que se desplazó con urgencia al lugar, no pudieron recuperar las constantes vitales del hombre.