Cruz Roja atendió el pasado año en las islas a más de 238.000 personas, lo que representa más del doble de las que atendió en 2019. Así lo explicó hoy el presidente de la ONG en Canarias, Antonio Rico, al presentar la memoria anual de la institución.
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Ha sido «la mayor operación de la historia de la organización humanitaria», añadió Rico, quien explicó que la «situación anómala» debido a la pandemia hizo que la entidad tuviera que afrontar este gran reto.
Rico agradeció especialmente al voluntariado y trabajadores de la ONG su esfuerzo para poder hacer frente al «importante incremento» de demanda de ayudas que recibió Cruz Roja en 2020. «La pandemia ha tenido un efecto devastador», reconoció. Al tiempo, dijo que Canarias, con su dependencia exterior debido especialmente al turismo, sufrió más que otras regiones, por lo que pidió pensar en «nuevos modelos productivos y reparto de la riqueza».
A la crisis sanitaria se unió en 2020 la llegada de personas migrantes a las costas de las islas. Más de 23.500 personas. La gran mayoría, explicó, a Gran canaria, Lanzarote y Fuerteventura (19.400), y reclamó «infraestructuras» para atenderlas dado que el flujo migratorio continúa. Además, Rico quiso hacer frente a «los bulos» sobre Cruz Roja con respecto a que atiende a personas migrantes desatendiendo a otras personas. «El fin de Cruz Roja es ayudar a todas las personas», abundó.
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