Los científicos del CNIO Nabil Djouder y Mar Rigual, en su laboratorio. CNIO

El consumo de glutamato regenera el hígado, según un estudio del CNIO

Con este aminoácido como suplemento en la dieta, que podría provenir del popular potenciador de sabor, se podrían reforzar los tratamientos oncológicos y reparar daños graves ocasionados por la cirrosis

Miércoles, 26 de marzo 2025, 16:19

Un nuevo mecanismo de regeneración rápida del hígado que se activa con el glutamato ha sido descubierto por científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas ( ... CNIO), al someter a ratones a un daño agudo de ese órgano. «Se activa en apenas unos minutos», aseguran en un estudio publicado este miércoles en Nature, donde se propone que en futuras terapias hepáticas se incluya una dieta rica en el aminoácido glutamato. «El suplemento de glutamato puede favorecer la regeneración hepática y beneficiar a pacientes en recuperación tras una hepatectomía o en espera de un trasplante», mantienen en el artículo 'Los macrófagos aprovechan el glutamato de los hepatocitos para impulsar la regeneración del hígado'.

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Esa dieta rica en glutamato se podría hacer con el uso del popular potenciador de sabor glutamato monosódico. «El glutamato monosódico (también conocido por sus siglas MSG) no es un aminoácido en sí mismo, pero está relacionado con uno», explica a este periódico Nabil Djouder, jefe del Grupo de Factores de Crecimiento, Nutrientes y Cáncer del CNIO y coautor del estudio. «El glutamato es un aminoácido no esencial, que significa que el cuerpo puede producirlo, mientras que el glutamato monosódico es la forma de sal del ácido glutámico, que se utiliza comúnmente como potenciador del sabor en los alimentos».

«Entonces, el glutamato monosódico contiene el aminoácido glutamato», prosigue Djouder. «Y, aunque no es un aminoácido en su forma pura, cuando se ingiere se descompone en el cuerpo liberando glutamato. Una vez que se metaboliza, el glutamato resultante es prácticamente indistinguible del glutamato que se encuentra naturalmente en los alimentos».

«Aunque el glutamato monosódico no es un aminoácido en su forma pura, cuando se ingiere se descompone en el cuerpo liberando glutamato».

El proceso de reemplazo de las células hepáticas, que ocurre naturalmente en un órgano sano, se detiene cuando hay un daño crónico, como el que produce la cirrosis, e interrumpe la eliminación de toxinas. La reactivación de esa regeneración es una prioridad para esos pacientes, pero también para los que se les extirpa una parte del hígado al eliminar un tumor, explica el CNIO en un comunicado. Es decir, «aquellos en recuperación tras una hepatectomía, para estimular el crecimiento del hígado, o incluso a quienes esperan un trasplante».

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El estudio se realizó en modelos animales y halló un «mecanismo desconocido hasta ahora», que se «activa muy rápido» gracias al «papel clave que juega el aminoácido glutamato». Los resultados obtenidos en animales se comprobaron con modelos humanos, mediante herramientas bioinformáticas que cruzaron datos de ambas especies. Queda por «explorar más a fondo la posibilidad de utilizar suplementos de glutamato en humanos que hayan sido sometidos a una resección hepática para la extracción de tumores», afirmó María del Mar Rigual, coautora del estudio.

Mecanismo complejo

La investigación también arrojó luz sobre la forma en que se regenera el hígado. Aunque se sabía que sucedía cuando se creaban nuevos hepatocitos (células del hígado), se desconocía que existiera una comunicación entre este órgano y la médula ósea. Una interconexión que realiza el glutamato, producido por esas células hepáticas y que son vertidas en el torrente sanguíneo. Llega hasta dentro de los huesos y activa a las células del sistema inmunitario, llamados monocitos.

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«Una dieta y un estilo de vida poco saludables (como el consumo de alcohol) pueden afectar a la regeneración del hígado»

Esos monocitos viajan hasta el hígado, según describe el artículo, pero antes de llegar se convierten en «macrófagos», que es otro tipo de células inmunitarias. Cuando entran en contacto con el glutamato se reprograma su metabolismo que hace que proliferen los hepatocitos, por la segregación de un «factor de crecimiento». Se trata de «una cadena de sucesos rápidos que permite que en apenas minutos el glutamato desencadene la regeneración del hígado, mediante cambios en el metabolismo de los macrófagos».

Ingeniosa estrategia

Se trata de «una perspectiva nueva, compleja e ingeniosa por parte del hígado para estimular su propia regeneración», mantuvo Djouder. «Una dieta y un estilo de vida poco saludables (como el consumo de alcohol) pueden afectar a la regeneración del hígado».

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«Nuestros resultados describen un mecanismo fundamental y universal que permite al hígado regenerase después de un daño agudo», ratificó Djouder. «Estos resultados pueden también ayudar a mejorar la capacidad regenerativa del hígado en pacientes con daño hepático grave, como la cirrosis, o que han sido sometidos a una resección parcial en una cirugía para extirpar un tumor».

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