CleceVitam Vía Ronda, como estar en casa

CleceVitam Vía Ronda, ubicada en el área metropolitana de Santa Cruz de Tenerife, acaba de cumplir dos años desde su apertura. Con 167 plazas, esta residencia se ha consolidado como un centro que destaca por «el trato personalizado con cada residente», tal y como destaca Laura Afonso, su trabajadora social.

«Cuidamos hasta el más mínimo detalle para que la persona usuaria se sienta en casa. A sus habitaciones pueden traer sus cuadros o plantas, con la idea de personalizar lo máximo posible su estancia. El día a día de esta residencia se basa en el modelo de atención centrada en la persona y en el uso de la más innovadora tecnología», explica. Un modo de trabajar que parte de la marca CleceVitam, la filial de Clece dedicada a la gestión de residencias privadas de mayores en España y Portugal. «Este modelo nos permite organizar el centro en unidades de convivencia, y así las personas mayores conviven en grupos reducidos, creando un entorno más familiar», añade. Laura Afonso empezó en CleceVitam Vía Ronda como becaria y desde agosto de 2023 ya tiene su plaza como trabajadora social. Ha vivido estos años «con mucha ilusión» y asegura que «el modelo de Clece es ideal para hacer más agradable la estancia de todas las personas».

Para que esto sea posible, en la residencia cuentan con un equipo multidisciplinar, perfectamente coordinado entre áreas, compuesto por médicos, enfermeros, fisioterapeuta, psicólogo, terapeuta ocupacional, trabajador social, gerocultores, auxiliares de geriatría y animadores socioculturales, entre otros perfiles.

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«Organizamos múltiples actividades y muchas de ellas las realizamos para que no pierdan el contacto con el entorno que les rodea y para promover un envejecimiento activo. Una o dos veces al mes programamos excursiones a distintos lugares de Tenerife, como a Candelaria o a dar paseos por el Palmetum, pero también hacemos comidas fuera en restaurantes, un momento que une mucho a todas las personas usuarias», afirma Laura Afonso, que añade que, además, organizan cada semana «debates, lecturas de periódicos o musicoterapia», entre las diferentes actividades que realizan dentro del centro. En definitiva, se promueve la vida activa a la vez que trabajan su capacidad física y cognitiva mientras disfrutan de actividades socioculturales e intergeneracionales. Las modernas instalaciones del centro además ayudan al equipo de profesionales a alcanzar este objetivo, un espacio con salas diáfanas, amplios jardines y con fácil aparcamiento para visitantes y familiares.

Otro aspecto importante que destaca la trabajadora social, Laura Afonso, es la comida: «Dirigida por nutricionistas, los residentes pueden elegir el día anterior su comida entre dos opciones de menús. La comida es casera y se elabora en el propio centro». Este mes de diciembre, con las fechas tan entrañables con motivo de la Navidad, el centro organiza un almuerzo o una cena a la que vienen familiares para compartir un rato muy agradable.

Estos dos factores, un completo programa de actividades y una rica comida, fueron los protagonistas del segundo aniversario de CleceVitam Vía Ronda, que la residencia festejó en noviembre. Las personas pudieron disfrutar de un taller de psicomotricidad fina, en el que elaboraron unas guirnaldas personalizadas, un taller sensorial y de percusión, una sesión de sensibilización sobre cuidados específicos en la tercera edad y una actuación musical del cantante Antonio Molina, entre otras experiencias. Y como colofón, una variada merienda. «Lo pasamos de maravilla», afirma la trabajadora social.

Centro acreditado por el Gobierno de Canarias

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CleceVitam Vía Ronda es, además, uno de los centros acreditados por el Gobierno de Canarias en la isla de Tenerife. Con esta credencial, la residencia está certificada para acoger a aquellas personas que dispongan de la Prestación Económica Vinculada (PEV) o que cumplan los requisitos para solicitarla, una ayuda que otorga la Administración autonómica para contribuir a financiar los gastos del servicio de atención residencial, dirigida exclusivamente a personas con un grado II o III de dependencia.