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La población de La Palma está preocupada por el aumento de la sismicidad en las últimas semanas, sin embargo, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias aclara que no hay ninguna señal de que el sistema volcánico insular se esté reactivando.
En los últimos quince días, el IGN ha detectado en la isla unos 30 terremotos. El mayor repunte se produjo en la semana comprendida entre el 13 y el 20 de marzo, cuando se localizaron 21 terremotos, explica el director del IGN en Canarias, Itahiza Domínguez, quien afirma que el alza de la sismicidad no es rara dentro de la fase posteruptiva del volcán Tajogaite (2021) porque los procesos no son constantes. «No hay nada que indique una reactivación del sistema volcánico. Aparentemente, esta sismicidad está ligada al enfriamiento del magma que queda bajo la isla y que tardará muchos años en enfriarse», señala Domínguez.
El pasado 14 de marzo fue el día en el que se registraron más terremotos en La Palma, un total de siete, con una magnitud máxima de 2,6. Los seísmos se localizaron en la zona central de Cumbre Vieja, a una profundidad de entre 10 y 15 kilómetros, justo en la zona donde se alojó el magma antes del proceso eruptivo del volcán palmero, y en otra zona más superficial, más difícil de localizar, explica Domínguez. En esta parte de la isla es donde se ha venido registrando la sismicidad en los últimos tres años.
Esta actividad, dice, no sorprende a los sismólogos del IGN, porque «estos procesos pueden tener pequeños repuntes y no se puede descartar que haya algún terremoto que sea sentido por la población», señaló.
En todo caso, recalcó que la información recabada no apunta a una reactivación del sistema volcánico insular. «Ni hemos visto una deformación del terreno ni un aumento de las emisiones de gases. No hay nada que nos indique una reactivación del sistema volcánico», subrayó Domínguez, quien insistió en que no hay motivos para preocuparse.
De hecho, advierte a la población de que en esta fase posteruptiva cabría esperar «repuntes de la sismicidad más fuertes y algún terremoto de mayor magnitud. Lo preocupante sería tener un enjambre -muchos terremotos en un corto periodo de tiempo- y eso no se está produciendo. Nos preocuparíamos si hubiera 10 terremotos en una hora: siete en un día no es nada», aseguró.
Esta actividad sísmica se debe a que el magma, parcialmente fundido, al enfriarse, se solidifica y se contrae, provocando una tensión inversa en el terreno que genera pequeños terremotos.
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