El pleno del Parlamento de Canarias ha acordado, con la única excepción de Vox, una iniciativa en la que se aboga por erradicar los discursos de odio y garantizar que las minorías y colectivos vulnerables puedan desarrollar sus proyectos vitales en condiciones de igualdad.
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En el debate de esta proposición de ley, los diputados Elena Máñez, del grupo Socialista, y Nicasio Galván, de Vox, se han intercambiado reproches y acusaciones sobre el origen de estos discursos de odio y también de las agresiones a colectivos como el lgtbiq+.
La primera achacó un crecimiento de conductas violentas a la llegada de la ultraderecha a las instituciones, donde «se han retirado banderas arcoiris, suprimido consejerías o concejalías de Igualdad y cortado subvenciones», mientras que el segundo acusa al Psoe de usar el Día del Orgullo como «herramienta política». A juicio de Galván, los discursos de odio y las agresiones vienen de parte de los migrantes.
Más allá de la discusión cada vez más acalorada entre los diputados, que se extendió a la situación del archipiélago con respecto a la acogida de menores, el resto de grupos (CC, PP, ASG, AHI y Nueva Canarias) respaldó sin fisuras la proposición no de ley.
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