Borrar
Incendio en Telde: las intensas llamas y el humo negro alarman a los vecinos
Vandalismo salvaje en una joya geológica

Vandalismo salvaje en una joya geológica

Un río de agua lo modeló, a su paso, durante miles de años. Y durante otros tantos el barranco de Barafonso, en Agüimes, permaneció más o menos intacto, como testigo geológico de una Gran Canaria muy distinta. Pero ha bastado mes y medio de avalancha humana, de curiosos, para que los vándalos hayan roto la magia de la naturaleza.

Gaumet Florido y / Agüimes

Jueves, 11 de enero 2018, 00:05

Hubo días este pasado mes de diciembre, sobre todo durante los fines de semana, en que este pequeño tesoro geológico, escondido entre montañas y próximo al pintoresco caserío de Temisas, apenas dio abasto para acoger entre sus sensibles y delicadas paredes a las decenas de personas que se acercaban a conocerlo. Hay fotos que dan fe de la masificación de curiosos, atraídos por un reportaje publicado en este periódico el 3 de diciembre de la mano del senderista, divulgador y ecologista Álvaro Monzón.

La inmensa mayoría vino a disfrutar de la naturaleza, pero unos pocos optaron por dejar huella y mancillar, en apenas unos minutos, una obra cincelada por el agua durante miles de años. Y es que este tramo del barranco de Barafonso conserva un cañón de cenizas volcánicas que, según la hipótesis hoy dominante, fue creado por el agua que bajaba con fuerza por este angosto cauce.

Entre otros daños, los vándalos y desaprensivos han dejado los típicos grafitis, grabados en la piedra, en los que han querido dejar constancia de una fecha o de un nombre. En uno de ellos puede leerse Pino, aunque hay quien interpreta que el garabato prosigue y que escribieron algo más, pero resulta ininteligible. En otro dejaron impresa una fecha, muy reciente: 7-1-18. El autor o autora se auto-regaló para Reyes un atentado contra un tesoro geológico de Gran Canaria.

Pero, con todo, el que más ha desatado las iras de ecologistas y senderistas responsables, que son los que han remitido las fotos al periódico para denunciar estos perjuicios, es la escalera que alguien ha labrado en la pared, escalón a escalón, y que no parece tener más propósito que el de facilitar el acceso a un mejor encuadre para la foto. O para acceder a unas cuevas cercanas.

Monzón ya instaba en aquel reportaje a proteger semejante singularidad paisajística. Un mes y medio después su reclamación parece cobrar más sentido que nunca. Si no se pone remedio, este rincón desaparecerá.

Sigues a Gaumet Florido. Gestiona tus autores en Mis intereses.

Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

canarias7 Vandalismo salvaje en una joya geológica

logo

Debido a un error no hemos podido dar de alta tu suscripción.

Por favor, ponte en contacto con Atención al Cliente.

logo

¡Bienvenido a CANARIAS7!

logo

Tu suscripción con Google se ha realizado correctamente, pero ya tenías otra suscripción activa en CANARIAS7.

Déjanos tus datos y nos pondremos en contacto contigo para analizar tu caso

logo

¡Tu suscripción con Google se ha realizado correctamente!

La compra se ha asociado al siguiente email