La basura entierra el Reino de Facaracas de Gáldar

Con imágenes de José Antonio Verona, Ifh Ahamandenuncia el deplorable estado de abandona de uno de los mayores yacimientos aborígenes de Gran Canaria, situado en Gáldar. Basura, escombros y pintadas mancillan un lugar fue la cuna de los primeros aborígenes del norte la isla junto a la Cueva Pintada, han confirmado a CANARIAS7.

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«La vergüenza de Agaldar, Reino de Facaracas. Ahora que vienen elecciones, vamos a ir refrescando el patrimonio aborigen de Agaldar, y como pueden ver está el cuádruple lleno de mierda que el año pasado», afirma Ifh Ahaman en sus redes sociales. «Y así lleva décadas y décadas y décadas, donde los drogadictos han hecho su hogar, su estercolero. Y no digo más, porque me salen demonios por la boca hacia políticos, instituciones y demás. ¿No les da vergüenza?», afirma en su denuncia pública.

CANARIAS7 ya recogió el estado de abandono en el que se encuentra este enclave en un reportaje publicado años atrás, pero la situación lejos de mejorar, ha empeorado. Las cuevas de Facaracas, o del Patronato, están semiescondidas por las plataneras y en uno de los bordes del barranco de Gáldar. Miran de frente a la joya de los yacimientos del municipio norteño, el parque arqueológico de la Cueva Pintada. Aunque están muy cerca, su situación no puede estar más alejada.

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Entrar al entramado de cuevas de Facaracas deja una doble sensación: la primera, muy física, es de total abandono, con la basura invadiendo lo que fueron viviendas y graneros de los primeros canarios; la otra, con un poco de imaginación, serpentea por la época en la que la vega de Gáldar fue uno de los enclaves prehispánicos más relevantes de la isla. Hay una tercera evidente, que Facaracas como vestigio de ese pasado está al borde de la desaparición.

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Todos, arqueólogos, Cabildo y Ayuntamiento de Gáldar, reconocen que la situación de este yacimiento, declarado Bien de Interés Cultural en 1993, es límite. La tradición dice que fue el hogar de Gumidafe, consorte de la reina Attidamana o Andamana, fundadores del linaje de los guanartemes. Ahora Facaracas está abandonada y la basura domina las oquedades horadadas en la toba por los aborígenes. Son las cuevas olvidadas de Gáldar.