El vertido tóxico de Las Torres deja a los bomberos bajo mínimos

El suceso se produjo el viernes pasado cuando una nave industrial del polígono industrial de Las Torres registró un vertido de unos 2.000 litros de un compuesto químico, el formaldehído, que se considera muy inflamable y cancerígeno. Desde entonces, los agentes del cuerpo de Bomberos -auxiliados por la Policía Local- han estado ocupándose de la ventilación de las instalaciones en que se produjo la fuga. Y para ello, se ha tenido que echar mano de los agentes disponibles en los distintos parques de bomberos de la capital, hasta el punto de que las dotaciones para el resto de los servicios se quedaban ayer por debajo de los mínimos establecidos a fines del año pasado, según denunciaron ayer los representantes de Comisiones Obreras (CC OO) y Unión Sindical de Policías y Bomberos (USPB) en el servicio de extinción de incendios, Víctor Monzón y Daniel Ojeda, respectivamente.

El 13 de noviembre pasado, el Ayuntamiento alcanzó un acuerdo con los representantes de los bomberos en el marco de la mesa general de negociación en virtud del cual se establecía la estructura mínima que debían tener los parques de la ciudad para atender las necesidades de los ciudadanos. Así, se fijaba una estructura básica de un cabo y ocho agentes para el parque central de Miller Bajo; un cabo y cinco agentes para el zonal de La Isleta; y un cabo y cuatro agentes para el zonal de Vegueta.

Sin embargo, el derrame del viernes seguía ayer emitiendo gases, de forma tal que se hizo necesario tirar de las dotaciones existentes, descubriendo al resto de la ciudad para seguir ventilando la nave industrial. Para Daniel Ojeda, esto reduce la efectividad del dispositivo de Vegueta, que ayer se quedaba en dos agentes y un cabo por este motivo. Además, el viernes la dotación se desplazó a la plaza de Santa Ana, a cubrir la actuación musical, con lo que hubo que cerrar el parque de Vegueta durante unas horas y desplazar a efectivos del parque central, pues los agentes de bomberos no responden a los llamamientos de refuerzos voluntarios como protesta por la falta de interlocución del grupo de gobierno y las horas extras que se les adeuda. Así lo indicó el representante de USPB, quien entiende que esto se traduce en «un mayor tiempo en la respuesta» que se da a los servicios requeridos por los ciudadanos.

«No se respetan los mínimos establecidos», señaló por su parte Víctor Monzón, quien entiende que esta situación acaba afectando a todos los parques de bomberos de la ciudad y, en definitiva, a la respuesta global que se da a la ciudadanía.

Sin embargo, desde el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se asegura que «la ciudad no se ha visto desasistida» y se insiste en que «se están respetando los acuerdos» relativos a las dotaciones mínimas en los distintos parques de la ciudad. En cuanto al servicio en Las Torres, las mismas fuentes detallan que se mantiene un retén en la nave afectada por el vertido tóxico, de tal modo que si hiciera falta desplegar otro servicio se utilizarían agentes de otros parques.

Los dos representantes de los bomberos también advirtieron del riesgo a que quedaron expuestos los agentes que el viernes pasado actuaron en el derrame del producto tóxico como consecuencia de la falta de un protocolo de actuación con estos materiales y una evaluación de riesgos laborales. Según explicó Víctor Monzón, «no tenemos un protocolo establecido de descontaminación de los trajes» con los que los agentes acudieron al servicio de la nave industrial de Las Torres.

«Se trata de un producto que puede ser cancerígeno y los compañeros acudieron al servicio con los trajes de nivel 1, el de intervención normal», detalló, «casi todos los bomberos salieron con dolor de cabeza, irritación de las mucosas y los ojos, y los trajes empapados» con el formaldehído.

Daniel Ojeda entiende que en caso de que hubiera existido un protocolo de actuación, los agentes hubieran ido a la nave industrial de Las Torres con el equipamiento adecuado y con un especialista en el manejo de este producto.

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