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Catalina García y Puerto del Rosario
Jueves, 1 de junio 2017, 11:46
El pueblo natal de Han Solo, el contrabandista de Star Wars, surge de la arena blanca del Parque Natural de Jandía. Los habitantes de este lugar del planeta Corellia viven en unos iglús maltrechos y debajo de restos de naves y otras chatarras intergalácticas. Es la primera imagen del decorado donde durante dos semanas la Disney y Sur Films ruedan, en medio de fuertes medidas de seguridad, el spin-off de los primeros años de vida del aventurero más famoso de la saga de la Guerra de las Galaxias.
Por donde solo pasaban hasta hace poco senderistas, pescadores de viejas y alguna cabra, la Disney y Surf Films han montado en unos dos meses un poblado inspirado en el más genuino universo Star Wars. Esta primera foto sin duda no va a decepcionar a los miles y miles de seguidores de la saga intergaláctica ideada hace 40 años por el director estadounidense George Lucas.
Los primeros rumores apuntaban a que las casas se estaban construyendo de sal, con toneladas y toneladas de sal. Un testigo que logró esta semana sortear la vigilancia férrea del rodaje describió que el poblado estaba formado por tiendas o jaimas marrones de cuero. Sin embargo, la imagen muestra una aldea casi a punto de deshacerse, construida con restos metálicos que se protegen como pueden del sol de un planeta Corellia inventado en Fuerteventura. En la amplia y casi siempre contradictoria literatura creada en las redes sociales sobre el universo Star Wars, Corellia se define como un lugar compuesto por pequeñas aldeas donde se construyen naves espaciales como el propio Solo, al que aún daba vida el actor Harrison Ford, señala en el episodio IV de la Guerra de las Galaxias: «I’m talking about the big Corellian ships now (y me refiero a las grandes naves corellianas)».
En la ya auténtica Corellia creada en Jandía, rueda el nuevo y joven Solo, Alden Ehrenreich, aunque nadie lo ha visto, ni se ha robado una imagen de la grabación de la película como sí ocurrió en la central eléctrica de Southampton (Gran Bretaña). Sí se vio aterrizar en el aeropuerto de Fuerteventura durante el fin de semana a actores secundarios como Donald Glover, que da vida a otro contrabandista intergaláctico: Lando Calrissian, primer dueño del Halcón Milenario, quien enseñó a pilotar la nave a Solo, pero que luego se la ganó en una partida de sabacc en Bespin, ciudad nube.
Tampoco a Emilia Clarke, de Juego de Tronos. Ni mucho menos a Woody Harrelson. De hecho, en el pista de arena que conduce hasta el campamento base de Cañada de la Barca, los vehículos pasan rápidos y con los cristales ahumados para impedir ver si alguna celebridad va camino del rodaje. También el aeropuerto de Fuerteventura, un admirador de Star Wars se hizo más de un selfie con el actor Warwick Davis, actor británico que no es nuevo en la Guerra de las Galaxias. Muy al contrario, es conocido por sus papeles de Ewok Wicket en El Retorno del Jedi; y de profesor Flius Flitwick en otra saga: Harry Potter.
Estos actores presumiblemente se hospedan en los hoteles de playa de la Barca y la cercana Costa Calma, aunque el personal de recepción siempre contesta con un educado pero cortante «no estamos autorizados a dar información».
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