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Rosa Rodríguez y Santa Cruz de Tenerife
Viernes, 5 de enero 2018, 11:34
Rubén Armiche (Mitones Films) lleva unos cuantos años dedicado a la animación y lo hace desde El Hierro. Asegura que «en las islas no capitalinas se puede hacer animación» sin ningún problema y lo demuestra con trabajos como Cuentos de La Bajada, un mediometraje que este jueves presentó en el Tenerife Espacio de las Artes (TEA) con el que, además, sostiene que intenta que se pierda el miedo a tocar las tradiciones echando mano de las nueves tecnologías y de lenguajes como el de la animación.
Cuentos de La Bajada no es su primer trabajo, ni tampoco el único en el que se acerca a temas vinculados a la tradición, pero sí a uno con tanto arraigo en una sociedad como la herreña. Su objetivo, dice, es «intentar hacer animación sobre Canarias desde Canarias» y demostrar que historias como la de Pocahontas, una princesa indígena de la tribu de los indios nativos norteamericanos (Disney, 1995), que los niños canarios vieron hasta la saciedad se pueden hacer en las islas «cogiendo como protagonista, por ejemplo, a Garoé».
Los niños canarios entenderían la historia perfectamente, como entendieron y disfrutaron la de Pocahontas, asegura Rubén Armiche y por eso en Cuentos de La Bajada parte de la tradición herreña de llevar a su virgen de Los Reyes desde La Dehesa a Valverde para contar tres historias que «los niños ha entendido perfectamente y han disfrutado mucho». Pancho cuenta como el famoso mero quiere ir a La Bajada, pero no puede porque está en el mar. Habla también de egos y de solidaridad, porque sus amigos intentan ayudarlo a disfrutar de la fiesta; Lazos va sobre los gorros de los bailarines y tiene como protagonista a un niño venezolano que llega a El Hierro y no sabe cómo son esos gorros; y Loa y Sabina son dos personajes que se conocen tras la conquista de la isla.
Los tres relatos se exhibieron la noche de este jueves por primera vez fuera de El Hierro.
Los personajes de Cuentos de La Bajada hablan herreño y lo hacen porque sus voces las han puesto niños de El Hierro. Después de un casting en el que se seleccionaron las voces por ejemplo del mero Pancho o de Sabina, se rediseñó el dibujo que los chicos solo vieron en el storyboard que Rubén Armiche, director de la cinta, les enseñó para que conocieran a su personaje. La música la pusieron dos herreños, Manuel Casanova y Efrén Quintero, y las nuevas tecnologías, dice Armiche, le han permitido, dar vida a los dibujos usando la técnica de animación limitada, en la que con pocos recursos se utiliza el montaje para dar movimiento a los personajes. Armiche usó ayer la clase magistral previa a la proyección de Cuentos de La Bajada, An”s”uelo, cortometraje de animación hecho a carboncillo, y La pulga y el piojo (seleccionado en San Rafael en corto Gran Canaria) para hablar de la animación limitada y de cómo, sublimando el trabajo artístico y echando mano de las nuevas tecnologías se pueden hacer muy buenos trabajos de animación. «El problema y el gran fracaso de Canaria es que se quiere copiar a Pixar», sentencia.
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