Esta temporada 'Lo de Évole' (La Sexta) se está superando a sí mismo. Este pasado domingo, todo hacía prever una entrevista más o menos convencional ... con Fernando Simón, el jefe de las emergencias epidemiológicas durante la pandemia de covid-19, pero la charla cobró enormes dimensiones, mostrándonos a un personaje clave durante la emergencia sanitaria. Ahora, visto con perspectiva, se comprueba lo complicado de su trabajo y su buen hacer por saber estar en el lugar adecuado en el momento adecuado.
El programa tuvo grandes momentos; yo me quedo con el momento en que Jordi Évole le pregunta cuándo pensó en que habían vencido a la pandemia y Simón responde que en el momento en que comenzaron a llegar las vacunas. Sí, ya sé que cada uno de ustedes tendrá una opinión, faltaría más, y son muy libres de pensar lo que quieran, pero aquel fue un momento en que los bulos y la desinformación fueron vencidos por la ciencia. Y lo mismo se puede decir del entonces ministro de Sanidad, ¡un filósofo apostando por la ciencia!, que también supo estar en el lugar correcto.
Además, el programa tuvo un giro de guion digno del mejor Spielberg: sin que se hubiese anunciado previamente, y sin que Simón se lo pudiese imaginar, aparece Salvador Illa, que se suma a la conversación. Para darse cuenta de la grandeza del programa no hay más que comprobar cómo 'el Ogro', aún con 'Lo de Évole' en antena, empieza a desinformar y a calumniar. Cuando se es capaz de sacar de sus casillas a un malvado Ogro, que por cosas de la vida resulta que estaba viendo el programa, y posteriormente ha sido incapaz de pedir perdón a quien ha calumniado y con nula empatía hacia las víctimas, es que las cosas se han hecho muy bien. ¡Bravo por Évole!
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