Piña, papas y 'fogalera': la descontrolada vida del director general Taishet Fuentes

Taishet Fuentes hacía gestiones propias de su cargo de director general de Ganadería mientras conversaba con dos prostitutas, almorzaba los platos que ellas habían preparado y hacía un alto en la conversación para mantener otro encuentro sexual. Así queda reflejado en la grabaciones en poder de la Policía Nacional desde que el mediador que da nombre al caso de presunta corrupción, Antonio Navarro, entregase a la jueza Ángeles Lorenzo-Cáceres dos teléfonos móviles con decenas de horas de grabaciones, vídeos, fotos y mensajes.

Hay constancia de al menos cuatro encuentros de similares características que tuvieron lugar en diferentes lugares y de los que hay registro sonoro y gráfico:uno en el hotel Salinas de Fuerteventura; otro en el Imperial Playa de Las Palmas de Gran Canaria; un tercero en el complejo alojativo Iguazú de Playa del Inglés y un cuarto en el hotel Victoria de Madrid.

Según las investigaciones policiales remitidas a la jueza, los costes de esos servicios de prostitución y el alojamiento acababan siendo pagados por empresarios que entraban en contacto con la red encabezada por el entonces diputado Juan Bernardo Fuentes, tío de Taishet, y que buscaban un trato de favor desde el Gobierno canario. También aspiraban algunos a una mediación desde instancias del Ejecutivo central, con el propio Juan Bernardo Fuentes y el general de la Guardia Civil Francisco Espinosa como los encargados de mover esas influencias.

Taishet Fuentes fue destituido de manera fulminante en junio de 2022. La versión oficial fue una pérdida de confianza y el deseo de dar un giro a la gestión. A preguntas de José Miguel Barragán, dirigente de Coalición Canaria, en el pleno parlamentario de esta semana, el presidente canario, Ángel Víctor Torres, reiteró que no había visto un vídeo de Taishet Fuentes en actitud comprometedora. Barragán preguntó a qué consejero se lo había mostrado o le había advertido de su existencia el entonces director del Servicio Canario de Salud. Barragán no dio el nombre del consejero.

En una de las grabaciones, se oye perfectamente a Taishet Fuentes en compañía de Antonio Navarro y dos mujeres. Se trata de una reunión que tuvo lugar en un hotel de Fuerteventura. En un momento determinado, Navarro recibe una llamada de una persona relacionada con la distribución de productos agrícolas y le pasa el teléfono a Fuentes. Este acaba señalando que, vía Navarro, le dará contactos para la promoción de «piña tropical de Agaete ['la mejor, que te cambas', se oye decir a Navarro] y papita negra... amarilla]. Yo lo muevo y esta noche mismo tienes noticias de los productos».

«La persona con la que estás hablando es la máxima responsabilidad en Canarias del sector», subraya Navarro, que le dice a su interlocutor: «Tú no te preocupes que de eso se encarga el director general».

Entre gestiones del director general, se oye a una de las prostitutas preguntar: «Ymi regalo ¿dónde está?». «Nenita, siéntate a comer», comenta otra de las comensales. Todo ello aderezado con apostillas del director general y el mediador sobre «el pelotazo» que pueden dar a partir de la llamada recibido, pues teóricamente se trataría de un gran inversor. «Milagro no has cogido el café de Agaete, con lo famoso que se está haciendo», sugiere una de las jóvenes.

«Yo a las seis arranco por esa puerta», anuncia el director general de Ganadería. «¿A las seis?», dice el intermediario, «pues te quedan veinte minutos de 'fogalera'». Tras una breve discusión entre los cuatro sobre el tiempo que le queda a Taishet Fuentes, este se acaba levantando de la mesa y se va a una habitación con una prostituta. «¡Pues venga!», dice finalmente Taishet Fuentes, que agrega: «Ay, qué presión». «Coge las toallitas», se oye decir a una de las acompañantes.

El audio incluye una conversación con otra persona sobre el precio del «gramo».

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En otras grabaciones también en poder de los agentes de la Policía Nacional, Navarro aparece enviando fotos de prostitutas tanto a Taishet Fuentes como a su tío Juan Bernardo Fuentes. En sede judicial, el primero ha admitido esos contactos sexuales, mientras que el segundo dijo que había sido engañado por Navarro en una habitación de hotel en Madrid en el que se tomaron unas fotos del diputado con una prostituta.