Salvamento Marítimo denuncia estar bajo mínimos pese a la previsión de un nuevo repunte de pateras

Es una batalla que se ha alargado años. Salvamento Marítimo ha reducido el número de su tripulación a bordo de cuatro a uno desde los recortes de 2012, que también eliminó una segunda Salvamar en Tenerife y las llamadas «itinerantes», que servían para reforzar las unidades en servicio en lugares como Canarias, Alborán y el Estrecho, lugares donde hacía falta «más manos». Con el repunte de 2020 se aprobaron unos refuerzos que tan solo duraron tres meses y, después de un breve periodo de inactividad en el ámbito migratorio, volvieron a estar bajo mínimos. Llegaron, incluso, a plantear una huelga que, finalmente, no salió adelante. «Parece que nos hemos acostumbrado al drama diario que vivimos en nuestras costas», señaló Ismael Furió, delegado de la Confederación General del Trabajo (CGT), en unas declaraciones al medio El Sur Digital.

Tan solo en lo que va de mes, Salvamento ha rescatado a 75 embarcaciones, según el recuento de este periódico y pese a la previsión de que el número seguirá en incremento -así lo han reconocido todas las autoridades- las demandas del sindicato aún no han sido escuchadas.

Además, advierten que sus intervenciones entrañan cada vez mayor dificultad, ya que si bien en la crisis de cayucos de 2006 rescataban embacaciones de madera «con ciertas condiciones de navegabilidad, dentro de lo que cabe», ahora se encuentran con lanchas neumáticas que salen cada vez más al sur del continente. Un hecho del que ya han alertado organismos como CEAR o la ONG Caminando Fronteras.

Salvamento insiste en que los refuerzos en Canarias trascienden el fenómeno migratorio y cualquier momento del año ya que, al tratarse de islas, los incidentes de diversas índoles pueden ser frecuentes, desde el hundimiento de un ferry, como el reciente incidente de Fred Olsen, a la desaparición de un pescador.