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El IESLa Isleta es todo un ejemplo de centro educativo en el que ponen en el eje central la educación en valores. Movidos por la realidad que les rodeaba, los profesores Iván Ojeda y Taide Fleitas pusieron en marcha el proyecto 'Sentir la Isleta: convivir para entender'. En él, el alumnado de primero de bachillerato formó parte de un taller para arreglar bicicletas en el que colaboraron con jóvenes migrantes que residen en el centro Canarias 50.
Siguiendo la senda de este proyecto –galardonado con el 'Premio Nacional de Educación para el desarrollo Vicente Ferrer' y el 'Premio Inmigración y Convivencia 2023 de los Premios Aprendizaje-Servicio'–, este lunes, en el marco de la inauguración del tercer seminario de migraciones 'Migratlantes: rostros y rutas', un grupo de estudiantes del centro inició un nuevo proyecto en Casa África. En este caso, el arte es el protagonista con la elaboración de un mural que simboliza «la integración de todas las culturas y etnias», esto es, de las personas migrantes que llegan a las costas canarias en busca de una oportunidad y, específicamente, los niños y niñas que lo hacen sin la compañía de un familiar.
Se pretende que el resultado de esta actividad sirva como obsequio para el papa Francisco, que ya ha sido invitado formalmente por el Estado para que visite el archipiélago y que mostró su predisposición de viajar hasta las islas para conocer la realidad migratoria que se vive en el territorio.
«Grabaremos un vídeo con toda la experiencia para que el papa vea que los jóvenes están implicados en la labor de cambiar hacia una sociedad mejor», explicó a los medios de comunicación uno de los coordinadores de la iniciativa, Iván Ojeda. En este caso, Ojeda, que formó parte de una de las ponencias programadas para la jornada de este lunes del seminario 'Migratlantes', indicó que desde hace unos años el centro está formando a jóvenes «embajadores para el cambio», como se les llama a los estudiantes que participan en el proyecto, ante la «necesidad imperiosa de integración y normalización en las aulas».
La idea, explicó, es que estos chicos y chicas –ahora mismo participan más de 10– no solo sean embajadores de ese cambio en su centro, sino que puedan ir a otras aulas repartidas por el archipiélago para dar ejemplo a jóvenes como ellos.
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Sobre esta iniciativa y otros aspectos se pudo reflexionar en la primera jornada del seminario organizado por el Gobierno de Canarias y Casa África. La primera parte del día estuvo marcada por la proyección del documental 'Los cayucos de Kayar' –seleccionado para ser candidato a los Goya–, que narra la historia real de Thimbo Samb, actor y activista senegalés que, tras cuatro intentos, arribó a las costas de Tenerife a bordo de un cayuco para alcanzar una vida mejor y lograr su sueño de dedicarse a la interpretación.
Sobre la importancia de contar esta y otras historias de vida de las personas migrantes, y no caer en la deshumanización de las mismas, debatieron los periodistas Pepe Naranjo (corresponsal en Senegal), Mercé Folch (periodista de Cataluña Radio) y el delegado de la Agencia Efe en Canarias, Chema Rodríguez. Todos coincidieron en que, aunque ha habido avances desde que llegara la primera embarcación a Canarias, hace ya 30 años, y se comenzara a hablar del fenómeno migratorio en las islas, todavía queda «mucho por mejorar».
En la primera jornada del seminario también hubo hueco para reflexionar sobre la puesta en marcha del Pacto sobre Migración y Asilo de la UE gracias a las voces de Isabel Carrasco, directora general de Atención a la Infancia en el Gobierno de Cataluña; Isabel Atanasiu, de la Comisión Europea; y María Jesús Herrera, representante de la Organización Internacional para las Migraciones.
Un estudio realizado por Acnur y Save the Children desvela que un alto porcentaje de los niños y niñas que llegan a las costas canarias sin la compañía de un familiar (el 55%) está en «necesidad de protección internacional». Este informe se apoya en la realización de 576 entrevistas a chicos y chicas migrantes a lo largo del primer cuatrimestre de este año. Como explicó Margarita de la Rasilla, asesora legal del Acnur, tanto esta organización como Save the Children están desarrollando una herramienta que permita conocer «las historias y los motivos por los cuales un niño decide marcharse de su país». En este caso, remarcó que muchos de ellos huyen «del hambre, de la guerra, de la violencia de género, de la violencia familiar y sexual». Y todos ellos requieren de una «atención urgente». Por ello, se centran ahora sus esfuerzos en mejorar esta herramienta, gracias a la ayuda de trabajadores sociales, para poder tener una «detección temprana» de estos riesgos.
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