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«Hay muchas variantes. Primero, porque hay una fragmentación enorme. Y el otro motivo es que tenemos unos niveles de no respuesta muy elevados. Pero no porque la gente no quiera contestar, es que hay una indecisión real. Y eso genera una volatilidad del voto que no se había dado nunca. Las transferencias de votos de unas elecciones a otras no se habían dado nunca. Había izquierda y derecha más los que se movían en el centro», manifiesta Juan del Río, uno de los responsables de TSA.
Eso es rápidamente secundado por Gonzalo Rodríguez, otra de las piezas claves de la empresa. «Hubo un momento, con el cambio de paradigma que supusieron Thatcher y Reagan, en el que se desaloja el centro. Ahora hay un intento de recuperar el diálogo y el consenso como modelo. Y ese es momento en el que la presencia de Ciudadanos crece, con una propuesta que parece que va por esa vía», indica sosteniendo la opinión de su socio.
Rodríguez ve unas coordenadas claras en la relevancia política del momento. Se trata de un cambio mucho más profundo y estrechamente ligado a los cambios que la sociedad ha tenido en sí misma. Una transformación que relativiza la ideología. «La política y los partidos se han convertido en algo accesorio. En un elemento más. La gente no los ve como determinantes para su vida. O al menos no en la medida de hace tiempo. Por eso el posicionamiento con los partidos es ahora más líquido, de tal manera que vemos como ahora los líderes son menos necesarios. Lo vemos en Canarias y a nivel nacional», comenta desde la sede de Técnicos en Socioanálisis.
Y es que si ya de por sí es muy difícil medir los flujos de los comportamientos electorales de los votantes del Estado, ajustar ese elemento a la dinámica del votante de Canarias se hace todavía mucho más complicado. «Las realidades insulares son muy diferentes entre ellas. Eso nos dificulta a la hora de hacer las estimaciones de votos. Tuvimos un elemento como el sociobarómetro que nos hubiera permitido hacer un seguimiento continuado, pero se lo cargaron», manifestó Gonzalo Rodríguez.
Algo en lo que también coincide Juan del Río. «Para hacer una proyección electoral en Canarias hay que irse a unas muestras muy elevadas, porque cada isla es un mundo. Y eso es muy caro», aseguró.
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