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65 pakistaníes llegaron la noche del lunes a El Hierro en un cayuco donde viajaban con once personas más de origen subsahariano. Este hecho evidencia que los flujos migratorios del Mediterráneo o de la ruta de los Balcanes se podrían estar fijando en Canarias como puerta de entrada a Europa.
En junio de este año se destapó la existencia de una mafia en activo que introduce en las islas a migrantes asiáticos (paquistaníes y bangladesíes) en pateras que salen desde Marruecos y Mauritania. Todo ello, en un juicio a un ciudadano de Bangladesh que admitió los hechos. La fiscal de Extranjería, Teseida Gardía, reconoció en aquel entonces que la organización, con distintas ramas, preparó los viajes de tres neumáticas a Gran Canaria y Fuerteventura en los años 2021 y 2022.
Por ello, las Fuerzas de Seguridad del Estado están investigando este cambio en las rutas migratorias. En agosto de este año también llegó un cayuco , que partió desde Mauritania, a la isla del Meridiano con 174 personas, de las que 48 eran pakistaníes y tres sirios.
Para encontrar cifras parecidas a las de esos dos cayucos que han llegado este 2024 hay que remontarse 18 años, al 15 de septiembre de 2006, cuando las autoridades españolas auxiliaron a un buque con 216 inmigrantes asiáticos (muchos de ellos pakistaníes) que no parecía tener Canarias como destino, pero sufrió una vía de agua cerca de Tenerife.
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Desde entonces, la llegada de inmigrantes o refugiados asiáticos por la ruta canaria ha sido esporádica, en pocas pateras y casi siempre en números que no superaban la media docena por embarcación.
Fuentes policiales consultas por Efe reconocen que el pasaje de esos dos cayucos, con 51 y 65 pakistaníes, afganos y sirios, es llamativo y, por ese motivo, se ha abierto una investigación. Sin embargo, precisan que aún es pronto para extraer conclusiones.
Según datos de Frontex, 2.618 pakistaníes han entrado de forma irregular en Europa en lo que va de año. La mayoría, 1.581, lo hizo por el Mediterráneo Central; 484 por el Mediterráneo Oriental; y 444 por la ruta terrestre de los Balcanes.
En cuanto a los afganos, son 9.743 los que han accedido a Europa en 2024 de forma clandestina: 7.824 por el Mediterráneo Oriental, 1.341 por los Balcanes y 450 por el Mediterráneo Central.
Fuentes de los servicios de emergencia y de los recursos de acogida en Canarias también se reconocen sorprendidos por esos cayucos cargados de emigrantes asiáticos, pero por ahora no se atreven a emitir una conclusión, más allá de los controles que se pueden haber intensificado en otros puntos de salida hacia a Europa.
Es lo que piensa en la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) su coordinador en Canarias, Juan Carlos Lorenzo, quien apunta que «el blindaje» de fronteras en determinados puntos del Mediterráneo, como Libia, Túnez o Turquía, está haciendo que los migrantes y refugiados busquen otros puntos de salida.
Quedaría por valorar, añade, si esas personas que han tomado un cayuco a Canarias intentaron antes llegar a Europa por Túnez o Libia y luego siguieron su periplo por todo el norte de África hacia Mauritania o se desplazaron ya directamente a este país por otras vías con el propósito de embarcar hacia las islas españolas.
Los datos de Frontex al cierre de septiembre mantienen al Mediterráneo como principal puerta de entrada de emigrantes por mar a Europa, con 47.710 en la ruta central.
La ruta canaria está en cifras inferiores, con 30.616 inmigrantes rescatados al término de septiembre, pero las autoridades europeas han alertado estos meses de que su evolución preocupa, porque sigue al alza, mientras el Mediterráneo da signos de contención.
En junio de este año se destapó en Gran Canaria una mafia, que sigue en activo, que introduce en las islas a migrantes asiáticos en pateras o cayucos.
Las víctimas de esta red de tráfico parten desde Bangladesh pasando por la India y Emiratos Árabes, donde la organización cuenta con miembros que gestionan el viaje en avión de estas personas hasta Mauritania.
Una vez en el país, los migrantes esperan a ser trasladados en pateras o cayucos a Canarias. En el juicio celebrado en junio de este año se pudo saber que el acusado, miembro de la organización, buscaba alojamientos para estas personas en Mauritania, y les cobraba 200 euros a cada una.
Otra de las personas identificadas en esta causa tenía contactos en el aeropuerto de Nuakchot, donde les facilitaba la entrada al país.
Cuando los migrantes conseguían el dinero suficiente para seguir con la última parte del viaje, la organización subcontrataba a los responsables de las pateras y cayucos que salían hacia el archipiélago, tanto de Mauritania como de Senegal.
En esta organización, como se pudo saber gracias a la investigación, también figuraba como cabecilla un ciudadano bangladesí que era el propietario de varios alojamientos de Mauritania en los que se debían quedar los migrantes hasta reunir el dinero para viajar en neumática hasta el archipiélago.
Según indicó la fiscal de Extranjería, Teseida García, en el juicio, se pudo localizar e identificar a las personas que operan en África, tanto a los miembros asiáticos como a los subsaharianos a los que subcontrataban las pateras. Contra ellos se dictaron órdenes europeas de detención y solicitudes de extradición.
También se solicitó a las autoridades de Rabat la entrega a España del cabecilla que opera desde su país.
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