La situación provocada el pasado sábado en Arguineguín, donde un numeroso grupo de personas llegó hasta un hotel para amenazar e insular a los inmigrantes acogidos en este establecimiento, ha hecho saltar las alarmas de las instituciones y ONG, que ayer apelaron a la solidaridad y el sentido común de la ciudadanía, pero también a la unidad y responsabilidad de los partidos políticos ante la «xenofobia creciente».
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Una de las primeras medidas adoptadas ha sido intentar proteger a los menores. En este caso, el Gobierno de Canarias, como tutor de los chicos inmigrantes, se ha dirigido a las ONG que gestionan los centros de acogida para que no salgan estos días a la calle debido a las protestas xenófobas producidas en Gran Canaria.
«Ante el escenario de incertidumbre, queremos proteger a los menores», afirmó ayer la consejera de Derechos Sociales del Gobierno canario, Noemí Santana, antes de comenzar la reunión del Foro Canario de la Inmigración que abordó el desarrollo del Plan Canario de Inmigración, que tratará, entre otras cuestiones, de la integración de estas personas llegas en pateras y cayucos. Cruz Roja también aconsejó el pasado sábado a los inmigrantes de este complejo que no salieran a la calle, por indicación de la Guardia Civil. Según el presidente de Cruz Roja en Canarias, Antonio Rico, la organización no ha emitido ninguna directriz ni comunicado alertando a los inmigrantes de que no salgan a la calle, pues «cada persona es libre de tomar su decisión». No obstante, tras la protesta del pasado sábado, se actuó conforme a lo indicado por la Guardia Civil y «al sentido común». El día antes, se desarrolló una manifestación para pedir que los inmigrantes fueran desalojados de los hoteles.
La Delegación del Gobierno también condenó cualquier actitud xenófoba e indicó que «los representantes públicos tenemos la responsabilidad de no generar caldos de cultivo que puedan derivar en situaciones incontrolables y que no se corresponden con el carácter de la sociedad isleña».
En la misma línea, la consejera de Derechos Sociales, Noemí Santana, ha pedido una actitud responsable a la ciudadanía y a quienes ostentan cargos públicos y ha confiado en que se normalice de nuevo la situación en la calle. «Canarias siempre ha sido un pueblo de acogida», recalcó, que valoró la reacción de «gran parte de la población» isleña frente «a los discursos del odio y de los que quieren agredir a los migrantes por el simple hecho de serlo».
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También la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (Cear) ha pedido a las instituciones que trabajan de forma más decidida y coordinada para frenar la xenofobia creciente porque, advierte, «los hechos ocurridos este fin de semana en Mogán, no son aislados». Esta organización «rechaza cualquier tipo de acción o actitud violenta, sea colectiva, organizada o individual, más si cabe a las puertas de espacios de acogida humanitaria, en cuyo interior hay personas en situación de vulnerabilidad».
Reiteró su «llamamiento a la serenidad para seguir afrontando con la determinación y protección necesaria la situación actual, tanto de personas adultas como de menores» llegados en pateras o cayucos.
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A juicio de la organización «los hechos de Mogán este fin de semana, desgraciadamente, no son aislados», por lo que pide a la Administración que se «garantice la seguridad de todas las personas que conviven en esta sociedad, sea cual sea su origen». «No es edificante ni constructivo quedarse de perfil ante el aumento de la aporofobia».
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