Blas Trujillo y Román Rodríguez, este viernes en la comisión de investigación.Efe
Si no fuera por el «contrato fallido» de RR7, no habría ningún elemento «crítico»
Comisión de investigación ·
El exvicepresidente Román Rodríguez defiende la gestión de la crisis de la Covid | Blas Trujillo, exconsejero de Sanidad, se desvincula de los contratos del SCS
La comisión parlamentaria que analiza las responsabilidades políticas inherentes a la gestión de la contratación por el Servicio Canario de la Salud del Gobierno de Canarias del material sanitario para hacer frente a los efectos de la Covid-19 entró este viernes en una nueva fase al recibir a dos pesos pesados del anterior Ejecutivo canario. Se trata de Blas Trujillo (PSOE), consejero de Sanidad durante buena parte de la pandemia; y Román Rodríguez (NC), exvicepresidente y consejero de Hacienda del Gobierno que presidía Ángel Víctor Torres.
Ambos defendieron la gestión de la crisis sanitaria así como el uso de los recursos públicos. En todo caso, dijo Román Rodríguez, si no fuera por el «contrato fallido, fracasado», a RR7 por valor de 4 millones de euros de un material sanitario que nunca se entregó, no habría ningún elemento «crítico» a la gestión de la crisis en Canarias.
Rodríguez hizo un balance «especialmente positivo» de dicha gestión, y recordó que hay que remontarse cinco atrás, cuando se vivió un momento «tan complejo», con una crisis sanitaria, social y económica.
«Confío en que la estructura administrativa, funcionarial, la capacitación del Servicio Canario de Salud está fuera de duda, está totalmente contrastada, y este hecho fallido yo creo que no lo debe poner en cuestión», señaló el exvicepresidente regional.
Román Rodríguez, que hizo alusión a su condición de médico y a su etapa como director del SCS, aseguró que no hubo «ninguna estructura paralela» en torno a la gestión sanitaria de la misma. «El Gobierno utilizó sus competencias, cada departamento las propias, y lo mismo el Servicio Canario de Salud». Mientras tanto, señaló que el comité de gestión fue un espacio «para el debate, la información, para orientar las decisiones, liderar, documentarse e intercambiar opiniones».
Rodríguez reconoció «capacidad» y «confianza» hacia el Servicio Canario de Salud, la que considera la «estructura más potente» del Gobierno que cuenta con dos instrumentos para su desempeño: las mesas de contratación y la dirección del servicio.
«En la compra de bienes y servicios, la clave está ahí, con una estructura casi que de un gobierno paralelo, donde hay una dirección de personal, de recursos económicos, de salud pública y una secretaría general, potentísima, y unos servicios administrativos muy relevantes».
El exconsejero de Hacienda descartó que el contrato «fallido» con la empresa RR7 proviniese de fondos europeos y destacó positivamente la política llevada a cabo por parte de la UE en la pandemia. Rodríguez señaló que Canarias captó en torno a 1.200 millones de euros de fondos europeos Covid-19, entre 2020 y 2021, que permitieron proveer de material y de dimensionar los servicios.
Sanidad «no tiene ni idea» de los contratos del SCS
Por su parte, el exconsejero de Sanidad, Blas Trujillo, asegurado ante los miembros de la comisión parlamentaria que ni él ni ninguna otra persona que ocupe ese cargo, incluso sin una pandemia de por medio, «no tiene ni idea» de los contratos que hace el Servicio Canario de la Salud (SCS).
«No es tarea, en absoluto, del consejero estar siguiendo las incidencias de los contratos, sería imposible», dijo Trujillo, que negó a su vez que el comité de gestión se encargara de esta labor.
El exconsejero señaló que durante la pandemia sus principales funciones eran garantizar la provisión de material a hospitales y centros de salud; hacer un seguimiento cada día de las evaluaciones de Salud Pública con los indicadores de la pandemia; y estar al tanto de los datos de presión asistencial para adoptar medidas organizativas.
También recalcó que no participaba en las contrataciones de material sanitario sino que daba «instrucciones para estudiar, ver» distintas opciones en un contexto de escasez, y que los servicios encargados de esta labor hablaban con las empresas y elegían «bajo su criterio».
Además, aunque Conrado Domínguez fue designado director del SCS por su «currículum» y tras ser propuesto Blas Trujillo, éste considera que no debe asumir responsabilidades por la acciones de otros. En realidad, dijo que «depende del acto que sea y lo que haya hecho el subordinado. Hay algunos casos donde el superior jerárquico debe aceptar responsabilidades y otros, no».
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